Conocer de manera generalizada las patologías o enfermedades que pueden afectar a tu perro es algo que todo dueño debería de tener presente.
Siempre nos mostramos a favor de la información en el mundo de los animales, teniendo en cuenta que ellos no pueden hablar y por lo tanto, decir claramente cómo se sienten o qué les pasa.
Al margen de las obligadas visitas al veterinario, el dueño tendrá que estar pendiente de su perro para saber evaluar cualquier problema que se pueda estar desarrollando en su pequeño.
Un mínimo conocimiento es necesario y podría sacarlos de problemas graves en algún momento.
Por supuesto y como siempre decimos, en cada patología o enfermedad influyen miles de variantes, por eso lo más importante es llevar a tu perro al veterinario y tratarlo con los profesionales de la materia.
Displasia de cadera:
Una enfermedad hereditaria muy común en perros grandes o gigantes, que genera cojera y dificultad de movimientos.
Hay que tener cuidado e intentar tratarla a tiempo porque hay muchos factores que pueden agravarla, como puede ser el ejercicio intenso o la sobrealimentación del perro. Hay razas como labrador, golden retriever o boxer que, en este sentido, tendrán que estar muy pendientes.
Torsión gástrica:
Esta es una patología que puede ocurrir en cualquier tipo de raza. Es consecuencia de un exceso de bebida y comida por parte del perro, o de excesivo ejercicio después de comer. Si ocurre en cualquier momento, llévalo de inmediato al veterinario y lo más rápido posible. Es bastante grave, una rápida actuación es fundamental para salvar la vida de tu perro.
Enfermedades de piel: Trata de tener a tu perro bien desparasitado siempre y así podremos evitar las picaduras de garrapatas o pulgas que le producen problemas de piel e incluso, algunas enfermedades más serias. Además, y como en el caso de los humanos, los perros pueden desarrollar alergias.
El veterinario lo sabrá especificar a través de análisis de sangre. Pon especial atención también a los baños. El exceso de agua y jabón puede afectar el pH del perro y desequilibrarlo, hazlo con la frecuencia necesaria y no recomendaríamos hacerlo más de una vez al mes.
-Ante cualquier duda recuerda, lo primero es el veterinario y que te diga cómo actuar o qué hacer.
Fuente: Siempre Mujer
