La incidencia del sobrepeso y la obesidad en el mundo ha alcanzado proporciones tan elevadas que ha llevado a la Organización Mundial de la Salud a definir este problema como una “pandemia”; según cifras de la OMS, Estados Unidos y México han ocupado los primeros lugares del globo en obesidad en adultos y obesidad infantil, respectivamente; en cuanto a la Unión Europea, Grecia es el país con mayores tasas de obesidad infantil, con España ocupando el segundo puesto.
En España, sin embargo, existe una situación que es importante destacar: mientras en la mayor parte del territorio español la tasa de obesidad y sobrepeso infantil y juvenil se ubica en el 40%, en la provincia de Soria, en la región de Castilla La Vieja, esa cifra se reduce a poco menos de la mitad, “no llega al 19%”, como lo indica el doctor Juan Manuel Ruiz Liso, director de la Fundación Científica Caja Rural (FCCR) de Soria y jefe del Servicio de Anatomía Patológica del Complejo Asistencial soriano.
Esta información la compartimos desde la Fundación Torres-Picón, enfocada en divulgar datos y experiencias relevantes relacionadas con la prevención de la obesidad infantil y el sobrepeso.
Según explica el doctor Ruiz Liso, tal variación se debe a lo que denomina una “labor transversal” enmarcada en un entorno social que estimula la adopción de hábitos saludables y en el que aún “se practica la dieta mediterránea y cuenta con naturaleza para realizar ejercicio físico”; en efecto, Soria es actualmente la Comunidad Emblemática de la Dieta Mediterránea.
“Soria es una de las tres provincias con menor mortalidad por diabetes, –que es una patología asociada a la obesidad–, también por todo tipo de cánceres, por infarto de miocardio e ictus”, y añade que otro indicador de la calidad de vida de esta población es que sólo se registran 1,79 casos de depresión diagnosticada por un especialista por cada mil habitantes, mientras en el resto del país el promedio es de tres por cada mil personas, lo que se refleja en una de las más bajas tasas de suicidios de todo el territorio.
Indica que también se ha confirmado una disminución de un 15% en la incidencia de cánceres gástricos desde la década de 1980 hasta el presente y existen cifras muy optimistas en cuanto a otros tipos de cáncer, como el de de mama, de próstata y de vejiga.
“Todo relacionado con la alimentación y el medio ambiente”, sostiene el médico.
Advierte la OMS que los niños obesos tienden a convertirse en adultos obesos, y que la obesidad es un significativo factor de riesgo para sufrir de enfermedades no transmisibles, tanto físicas como diabetes, problemas respiratorios, digestivos, ortopédicos, y diversas patologías cardiovasculares como hipertensión, colesterol y varices, así como trastornos sicológicos, como baja autoestima, depresión, ansiedad, trastornos de la alimentación y sentimientos de inferioridad, entre otros.
Afortunadamente, “el sobrepeso, la obesidad y las enfermedades conexas son, en gran medida, prevenibles” de ahí la importancia vital de inculcar hábitos de vida y alimentación saludables en los pequeños desde muy temprana edad, a fin de garantizarles una buena salud al llegar a la edad adulta; la recomendación es fomentar el consumo de alimentos saludables, como frutas y hortalizas, legumbres, cereales integrales y frutos secos, disminuir la ingesta de grasas y sustituir las saturadas por las insaturadas y reducir el consumo de azúcares; al mismo tiempo, promover la práctica cotidiana de actividades físicas variadas, al menos durante una hora diaria.
Sin embargo, no debe olvidarse que el origen de la obesidad obedece a una serie de elementos, entre los que se incluyen el ambiental, el económico y el social, como la omnipresente tecnología, que trae aparejado el incremento de actividades recreativas de tipo sedentario, las cuales restan atractivo al ejercicio físico; el cambio de los medios de transporte y la cada vez mayor urbanización de la población, a lo que hay que sumar las políticas de producción de alimentos, la planificación urbana y el desarrollo socioeconómico del grupo familiar y del entorno social.
Evidentemente, enfrentar tal diversidad de factores no es fácil; requiere, como indica el doctor Ruiz Liso, “un enfoque poblacional, multisectorial, multidisciplinar y adaptado a las circunstancias culturales”, en un esfuerzo mancomunado que provea las condiciones necesarias para proteger la salud presente y futura de los más jóvenes.
Soria es la prueba de que tales cambios son posibles, sólo hace falta voluntad y visión de futuro para replicar y extender esta experiencia a otras partes del mundo.
En efecto, autoridades y sector privado, individuos y comunidades, especialistas y afectados, todos debemos hacer algo, poner de nuestra parte, para que disminuya la incidencia de factores que son controlables, eso es prevención, apuntó el presidente y vocero de la Fundación Torres-Picón, Pedro J. Torres.
Es correcto impulsar en todas las regiones, en todos los continentes, la prevención como “la mejor medicina”, recalcó Torres.