¿Amor de lejos, será amor de pendejos; funcionan las relaciones a distancia?

“Amor de lejos…” ¿Funcionan las relaciones a distancia?

Seguramente has oído, o incluso parafraseado el viejo dicho “no existe el amor a distancia”, y muy probablemente has renunciado a la oportunidad de tener una relación sentimental estable por el miedo a que sea verdad este dicho.

En ocasiones es inevitable la distancia entre los enamorados y no les queda más remedio que terminar su compromiso.

Sin embargo, si no has experimentado este tipo de relación es difícil determinar si puedes manejarla o no. Lo importante es saber cómo y cuándo funcionan este tipo de relaciones.

Si entre tu lista de razones por las cuales no saldrías con una persona es porque “vive demasiado lejos”, es hora de que olvides tus prejuicios pues aunque no es lo ideal mantener una relación con alguien a miles de kilómetros, los amores a distancia pueden tener éxito.

Pero antes de correr a buscar a tu nuevo amor de rasgos extranjeros en China, continúa leyendo porque no cualquier persona ni relación es apta para soportar el distanciamiento. Considera que una relación presencial implica trabajo, por lo que mantener una pareja a distancia requiere de más sacrificio, tiempo y dedicación.

¿Estás preparada para eso?

Definitivamente no todas las parejas están hechas para la distancia, algunas no la pueden superar en principio por la inseguridad; a veces por el propio miedo a que no nos amen podemos auto sabotear la relación.

Si en el fondo pensamos que vamos a perder a nuestra pareja o que se va a ir con otra persona, empezamos a buscar mecanismos para olivarla sin que de verdad exista razón para hacerlo.

Sin embargo, no solo la inseguridad puede ser un impedimento para el amor de lejos, el éxito de este tipo de relaciones depende igualmente del nivel de enamoramiento en el que se encuentren ambos, pues si están muy enamorados es más probable que mantengan el contacto y hagan un esfuerzo mutuo.

Otros factores determinantes son los antecedentes de la relación y, sobretodo, el cuidado que se procuren durante el tiempo alejados.

En ocasiones podríamos considerar que la distancia es como una prueba de amor y, como ejercicio, todas las parejas deberían de experimentarla, pues si sobrevive su relación significa que es muy buena, que vale la pena, si no, quiere decir que nunca fue lo suficiente.

¿Por qué no?
Es verdad que las relaciones a distancia tienen varios puntos en contras: no tener a tu pareja para apoyarte y con la que puedas compartir tu vida diaria; la falta de la relaciones sexuales; la carencia de la satisfacción de tener a tu lado a la persona que amas y se experimenta una relación de mayor inseguridad.

Antes de aceptar una relación sostenida por llamadas telefónicas y chats debes considerar si estás dispuesto a pasar por esto sin que tu vida se convierta en un martirio. Romperte la cabeza pensando si va a volver o no, dejando de lado tu vida, puede traerte más desventajas que beneficios a la larga, y sería mejor aceptar la ruptura de la relación.

Estando consciente de lo que perderás, es aconsejable que también analices lo que debes dar si quieres que la relación a distancia funcione.

En principio hay que dedicarle tiempo para mantener el contacto; acudir a las citas cibernéticas o darle espacio en tu agenda para una llamada de larga distancia. Igualmente darle seguridad a tu pareja a través de la confianza, tratando de controlar los celos.

¿Por qué si?
Por amor, racionalmente nunca hay una aceptación de la distancia, tus emociones te dicen: “yo no puedo vivir sin esa persona, yo quiero seguir teniéndola como pareja, y por eso acepto la distancia”.

No dejas de amar porque se va, sino que entiendes que tienes que amar de manera diferente por razones externas.

Beneficios
A pesar de las desventajas, las relaciones a distancia pueden tener muchas cosas positivas, por ejemplo, puedes llegar a apreciar más a la persona amada y a la relación misma.

Cuando te alejas de tu medio ambiente, de la persona a la que amas y de tus seres queridos, la cabeza y el corazón también te cambian y generalmente es para bien porque aprendes a amar las cosas.

También ayuda a romper la monotonía porque al momento del reencuentro ambos tienen nuevas ideas e indudablemente habrán cambiado y crecido.

Ese nuevo aire que tu relación puede tener junto con el inevitable aprendizaje del control de los celos ayudan a madurar la relación al construir un amor más libre.

Por otro lado, si sabemos aprovechar el tiempo, el distanciamiento es una buena oportunidad para aprender a vivir contigo mismo; la soledad puede ayudarte explorar espacios y a conocerte mejor.

Las relaciones a distancia pueden propiciar un buen momento para descubrirte y hacerte consciente de lo que sientes.

Condiciones
Existen ciertos factores que pueden ayudarte a superar la prueba de la distancia. En principio, hay que establecer un código y los límites de la relación.

Sin embargo también es importante procurar que el apoyo emocional siga allí aunque no estés físicamente con la otra persona, haciéndola sentir que aun estando a millas de distancia siguen juntos.

Para eso es fundamental alentar los momentos de encuentro por Internet o por vía telefónica para comunicarle cómo va tu vida y hacer a tu pareja partícipe de esos nuevos episodios para generar interés.

Por último, una forma de mantener viva la tensión sexual es tener relaciones sexuales alternativas, autoestimularse el uno al otro por video o por teléfono, para acordarse cómo eran físicamente.

Las relaciones a distancia no siempre son negativas, pueden brindar madurez a la pareja si se sabe y se tiene el cuidado de mantenerla viva.

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