â??Quiero estar soltera, pero contigoâ?, la carta más viral que debes leer

La carta escrita por Isabelle Tesie, que se está haciendo cada vez más viral,  es un grito al amor que ella anhela y que espera encontrar.

Un tipo de relación poco convencional y que rompe con los estereotipos marcados por la sociedad.

Un hombre que la haga sentir viva, sin necesidad de estar a su lado. Un hombre al que le guste salir de fiesta con sus amigos, para así al día siguiente poder abrazarla con más ganas.

Un hombre que no le importe que ella salga, ya que confía plenamente.

Una relación donde no haya ataduras, ni celos, ni posesividad. Vivir experiencias nuevas juntos, pero también por separado. Compartir alegrías y miedos, decirse cada día que se quieren, pero sin necesidad, sólo por gusto.

“Quiero estar soltera contigo.

Quiero que vayas a tomarte una cerveza con tus amigos, para que al día siguiente tengas resaca y me pidas que vaya a verte porque te apetece tenerme entre tus brazos y que nos acurruquemos.

Quiero que hablemos en la cama por la mañana de todo tipo de cosas, pero algunas veces por la tarde; quiero que cada uno haga lo que quiera durante el día.

Quiero que me hables sobre las noches que sales con tus amigos. Que me digas que había una chica en el bar que te ponía ojitos.

Quiero que me mandes mensajes cuando estés borracho con tus amigos para que me digas chorradas, solo para que puedas estar seguro de que yo también estoy pensando en ti.

Quiero que nos riamos mientras hacemos el amor. Que empecemos a reírnos porque estamos probando cosas nuevas y no tienen sentido.

Quiero que estemos con nuestros amigos, para que me cojas de la mano y me lleves a otra habitación porque ya no puedes aguantarte más y tienes ganas de hacerme el amor ahí mismo.

Quiero intentar permanecer en silencio porque hay gente y nos pueden oír.

Quiero comer contigo, que me hagas hablar sobre mí misma y que tú hables sobre ti.

Quiero que discutamos

sobre cuál es mejor, la costa norte o la costa sur, el barrio occidental o el oriental.

Quiero imaginar el apartamento de nuestros sueños, aun sabiendo que probablemente nunca vivamos juntos. Quiero que me cuentes tus planes, esos que no tienen ni pies ni cabeza. Quiero sorprenderme diciendo: “Coge tu pasaporte, que nos vamos”.

Quiero tener miedo contigo. Hacer cosas que no haría con nadie más, porque contigo me siento segura. Volver a casa muy borracha después de una buena noche con amigos. Para que me cojas la cara, me beses, me uses como tu cojín y me abraces muy fuerte por la noche.

Quiero que tengas tu vida, para que decidas irte de viaje unas semanas por puro capricho. Para que me dejes aquí, sola y aburrida, deseando que salte tu carita en Facebook diciéndome “Hola”.

No quiero que siempre me invites a tus juergas, y no quiero invitarte siempre a las mías. Así, al día siguiente puedo contarte cómo fue la noche y tú puedes contarme la tuya.


 
Quiero algo que sea simple y, a la vez, complicado. Algo que haga que, a menudo, me haga preguntas a mí misma, pero que, en el momento en que esté contigo en la misma habitación, desaparezcan todas las dudas. Quiero que pienses que soy guapa, que estés orgulloso de decir que estamos juntos.

Quiero que me digas te quiero y, sobre todo, poder decírtelo yo a ti. Quiero que me dejes andar por delante de ti para que puedas ver cómo se mueve mi culo de lado a lado. Para que me dejes arañar las ventanas de mi coche en invierno porque mi culo se contonea y eso te hace sonreír.

Quiero hacer planes sin saber si al final los realizaremos. Estar en una relación clara. Quiero ser esa amiga con la que adoras quedar. Quiero que sigas teniendo el deseo de tontear con otras chicas pero que me busques a mí para terminar la noche juntos. Porque quiero ir contigo a casa.

Quiero ser esa a la que le haces el amor y después te quedas dormido. La que te deja en paz cuando estás trabajando y a la que le encanta cuando te pierdes en tu mundo de música. Quiero tener vida de soltera contigo. Porque nuestra vida de pareja sería igual que nuestras vidas de solteros de ahora, pero juntos.

Un día, te encontraré”.

Durante la historia de nuestra sociedad, los tipos de relaciones han ido cambiando. Al principio las relaciones eran mucho más dependientes y posesivas, mientras que poco a poco ese estereotipo se va rompiendo. Aún así, aún falta mucho para que todo el mundo pueda tener este tipo de relaciones.

Lo primero que se debería tener en cuenta cuando se empieza una relación, es que cada pareja debe construir sus propias reglas. Cada pareja es un mundo y no existen dos iguales, entonces ¿por qué seguir unas normas establecidas por la sociedad?. Debéis hablar sobre vuestras necesidades vitales y a partir de ahí, decidir qué es lo que mejor os funciona.

Cada vez se están creando más relaciones de este tipo, mucho más abiertas y libres. Normalmente son relaciones que suelen disfrutar mucho más de la sexualidad. Por ejemplo, dos personas que se encuentran, se atraen mucho físicamente y mantienen encuentros relaciones sexuales cuando a los dos les apetece. Esto hace que no tengan la necesidad de construir un vínculo entre ellos, y que puedan estar abiertos a más personas. Por otro lado, también existen las relaciones donde las dos personas se aman, pero valoran mucho su independencia y no tienen la necesidad de darse explicaciones.

Muchas personas pueden creer que estos tipos de relaciones no son normales porque salen de lo establecido, pero lo mejor para que una relación funcione es saber encontrar el equilibrio entre tus necesidades y las de la otra persona. Lo más importante es que las dos personas estén de acuerdo y compartan los mismos términos relacionales. Ya que si uno de ellos no está de acuerdo, esa relación nunca funcionará.

Fuente: ConocimientoInfinito.com

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