Cuando al pequeño Lewis, hijo de Hayley Lyons, le diagnosticaron varicela ella hizo lo que toda madre preocupada por la salud de sus niños debe hacer: acudir a un médico. Luego que el médico le recetara ibuprofeno infantil (anti-inflamatorio y antifebril muy usado en niños pequeños) ella comenzó a detectar que los médicos estaban pasando algo por alto…
De todos modos Hayley confiaba en la observación de los médicos. Así fue como siguió dándole este remedio a su hijo.
Días más tarde, Lewis comenzó a empeorar y su estado se volvía cada vez más delicado y comprometido: las erupciones en su piel se profundizaron y eran más doloras que antes. Por esta razón su madre, regresó al hospital.
Aunque los médicos continuaban insistiendo en el diagnóstico anterior: “lo que el niño tiene es varicela”, decían ellos… Pero ella no dejó de preguntar e insistir.
Horas más tarde el niño era diagnosticado con otra enfermedad mucho más grave: septicemia.
Esta enfermedad es una infección indicada como potencialmente mortal dado que mata alrededor de 8 millones de personas por año. De hecho es considerada más mortal que el cáncer de mamas o de próstata.
Esta infección es producto de bacterias que pasan al torrente sanguíneo e infectan todo el organismo rápidamente.
Ante tal diagnóstico, inmediatamente Lewis fue internado en el hospital de niños de Liverpool en Inglaterra, donde ellos viven actualmente.
Aunque Lewis se encuentra estable, su madre ha querido compartir la noticia con todo el mundo a través de las redes sociales, donde ha encontrado gran apoyo y contención para advertir sobre esta enfermedad en aspecto similar a la varicela pero marcadamente mucho más peligrosa.
Existen muchos casos más sobre esta enfermedad que preocupa a padres y madres de todo el mundo y la única manera es la comunicación y concientización del mundo entero.
No dejes de compartir esta historia para que cada vez más personas estén alertas sobre esta peligrosa y silenciosa enfermedad.