Conozca qué son las lipodistrofias y cómo podría afectar en tu salud


Las lipodistrofias son un conjunto heterogéneo de trastornos caracterizados por una pérdida o desaparición del tejido adiposo una vez que se hayan descartado otras causas que impliquen un estado catabólico acelerado.

Esta pérdida de tejido adiposo en ocasiones se asocia a una acumulación anormal en ciertas partes del cuerpo. Generalmente, esa pérdida de grasa no se recupera.

Los tipos más frecuentes de lipodistrofia son: la lipodistrofia congénita generalizada (síndrome de Berardinelli-Seip), la lipodistrofia generalizada adquirida (síndrome de Lawrence), la lipodistrofia parcial familiar y la lipodistrofia parcial adquirida (síndrome de Barraquer-Simons).

También se debe considerar los cuadros lipodistróficos a los síndromes de envejecimiento prematuro (progerias) y a ciertos síndromes autoinflamatorios, reseñó el portal web especializado en medicina Diario Médico.

“Frecuentemente, la pérdida de tejido adiposo está relacionada con resistencia a la insulina grave que incrementa el riesgo de padecer diabetes mellitus, la hipertrigliceridemia asociada a concentraciones bajas de colesterol-HDL y a la esteatosis hepática.

Además, según el subtipo, hay que estar alerta respecto a la posibilidad de que aparezcan otras complicaciones, fundamentalmente relacionadas con el corazón y con el sistema nervioso y músculo. Tampoco es infrecuente, íntimamente relacionado con la resistencia a la insulina, la aparición de infertilidad, alteraciones menstruales e hirsutismo”, explicó el doctor David Araújo, endocrinólogo y responsable de la Unidad de Lipodistrofias del Complexo Hospitalario Universitario de Santiago de Chile.

“Creo que el reto es vigilar que el estado de la enfermedad sea lo más estable posible, vigilando la evolución de las complicaciones metabólicas (como son diabetes insulinorresistente, dislipemia y alteraciones hepáticas esteato-fibrósicas) y, en general, el bienestar psicofísico del paciente”, comenta el Dr. Raffaele Carraro, de la Unidad de Obesidad del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Universitario de la Princesa de Madrid, España.

“Convivir con esta enfermedad, como con cualquier otra enfermedad de estas características, es duro. Pero nunca tan duro como convivir con una sociedad que se cree juez y verdugo de tu vida”, nos cuenta Elena. “El facultativo debe ser consciente del efecto estigmatizante que habitualmente lleva asociado este tipo de dolencias, y que compromete seriamente la calidad de vida del paciente”, confirma el Dr. David Araújo.

“Quizás lo más duro de mi enfermedad sea salir a la calle, un trabajo nuevo, un cambio de ciudad o de círculo social. No te dan la oportunidad de explicarte, y normalmente emiten un juicio sólo con mirarte una vez (es transexual, o tiene sida, o es anoréxica). Cualquiera de estas cosas, que a veces no hace falta que lo digan porque en una mirada caben muchos juicios, puede hacer que tu día sea fantástico, o que te quieras volver a casa pidiéndole perdón a la sociedad por haber nacido”, señala una paciente con el síndrome de Berardinelli-Seip.

Solo el 5% de las enfermedades raras cuentan con un medicamento que, al menos, mejoren su calidad de vida. “FEDER siempre ha trasladado su preocupación para que todos los procesos administrativos que se dan para la aprobación de nuevos medicamentos no se dilaten en el tiempo”, explica Carrión. FEDER y AELIP colaborarán para garantizar el servicio a los pacientes en condiciones de igualdad y equidad.

Fuente: Panorama.com

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