¿Por qué el clítoris no recibe la atención que se merece?


El clítoris es un órgano complejo cuya única función es dar estímulos para que la mujer alcance el placer.

En el cuerpo femenino es el equivalente al órgano sexual masculino, y es la zona que más terminaciones nerviosas tiene.

El conocimiento de sus características es determinante tanto para hombres como para mujeres, ya que solo de esta forma se puede entender cuán relevante es para incrementar la sensación de placer en los aspectos sexuales.

Sin embargo, para muchos aún es un total desconocido, pues desde la antigüedad la información al respecto fue limitada y, de hecho, predominaron una serie de falsas creencias que impidieron que la mujer pudiese gozar del mismo.

Las investigaciones recopiladas de los libros históricos de anatomía han demostrado que las representaciones de este órgano no han sido las más apropiadas e incluso en ocasiones fueron omitidas.

Debido a esto, hay quienes creen que se trata de esa porción pequeña visible entre la vulva, cuando en realidad casi todo está bajo la piel.

¿Cuáles son las características del clítoris?

El clítoris está ubicado en el punto donde se unen los labios menores de la vagina, justo por encima de la uretra.

Por lo general, solo es visible su capuchón y el glande, los cuales apenas suponen una décima parte de su volumen total.

Los labios internos de la vulva que le sirven de capuchón son el mismo prepucio masculino, pero desarrollado para el órgano sexual femenino.

En toda su longitud puede llegar a tener un tamaño que va de 10 a 13 mm; el glande clitoriano mide entre 3 y 4 mm de ancho y entre 4 y 5 mm de largo, en estado de reposo, mientras que erecto puede alcanzar 1 o 1,5 cm.

Su parte visible, el glande, es demasiado sensible a la estimulación directa y se cree que es en este donde se logra la mayor parte de la respuesta sexual en la mujer.

Aunque por ahora se considera que su función se limita al placer sexual, algunos estudios están tratando de determinar si desempeña un papel más importante por su proximidad a la uretra y la vagina.

Estimulación del clítoris

Los sexólogos explican que el clítoris es “el órgano estimulable por excelencia y la principal zona erógena”. En este sentido, aconsejan explorarlo mediante las caricias y otros tipos de estímulos.

Según declaraciones para BBC de la experta Celia Sarduy Sánchez del Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX) de Cuba, esto puede convertirse en una experiencia “enriquecedora”, que además, sirve para el “reconocimiento de las sensaciones eróticas”.

Acariciar el clítoris es una experiencia muy personal y privada. Muchas descubren mejores formas de excitarse y de llegar al orgasmo durante el coito, incluso puede contribuir al aprendizaje de orgasmos múltiples” –añadió la especialista cubana.

La responsabilidad de Sigmund Freud

El papel protagonista del clítoris en la estimulación sexual femenina fue negado durante cientos de años. Las ideologías y teorías con respecto a la sexualidad de la mujer alentaron a censurar su importancia.

Un claro ejemplo de ello fue la teoría ya desaparecida del neurólogo Sigmund Freud, quien sugería que la estimulación del clítoris era un signo de inmadurez sexual y neurosis.

El llamado padre del psicoanálisis consideraba al clítoris como “un órgano rudimentario, un pene en miniatura”, cuya excitación solo conducía a “un pálido sucedáneo del orgasmo masculino”.

Para los expertos en salud sexual, este tipo de posturas tuvieron mucho que ver en el maltrato que la sexualidad de la mujer tuvo por mucho tiempo, extendiéndose hasta la actualidad.

Por desgracia, aún hay algunas culturas en las que las mujeres tienen prohibido disfrutar el placer sexual y, de hecho, las someten a la llamada “circuncisión femenina”.

Las investigaciones más recientes y la presión feminista han mejorado mucho la calidad de la información sobre el clítoris, y también ha servido para acabar con esta aberrante práctica en muchos países.

No obstante, aún queda mucho porque luchar.

La importancia de educar sobre el clítoris

Más que conocer sobre el papel que desempeña este órgano en la sexualidad femenina, es fundamental que todas aprendan sus características y los posibles problemas que lo pueden afectar.

Y es que su delicadeza y complejidad lo hacen propenso a infecciones, inflamación, enrojecimiento y otras enfermedades incómodas.

Como mujeres tenemos la responsabilidad de apropiarnos de este y darle la importancia que se merece.

Fuente: Mejor con salud

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