Chris Thompson, un hombre de Englewood, Florida, perdió ocho dientes luego de que le estallase en el rostro su cigarrillo electrónico.
Thompson dijo que iba a fumar como regularmente lo hacía cuando el dispositivo explotó en su mano derecha y muy cerca de su rostro.
Además, dijo que las piezas saltaron en llamas y algunas cayeron en su pecho.
Fue trasladado de emergencia a un centro de salud, donde debieron atar quirúrgicamente ocho de sus dientes a su mandíbula y esta, a su vez, al maxilar superior.
"Nunca pensé que tenía una minigranada en mi mano, junto a mi rostro", dijo.
Si bien no hay regulaciones en efecto para los cigarrillos electrónicos, en octubre del 2014 autoridades de Estados Unidos divulgaron un estudio en el que mostraban 25 incidentes separados de explosiones de estos cigarillos.
Cualquier incidente con los cigarillos electrónicos puede ser reportado a la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés) a través del número 1-800-FDA-1088.