Se aproxima la Navidad y los más “adelantados” están imponiendo la moda de pintar sus barbilla con brillosas purpurinas de colores.
Una barba llena de brillos es ahora el último grito (grito desgarrador…) de la moda.
Muchos hombre e incluso muchas mujeres (la mujer barbuda se abstuvo) están entrando en la sinergia navideña de decorar sus vellos faciales (también llamada barba) con brillos relucientes.
Esta moda suponemos que tiene varios problemas y uno de ellos es que no creemos que alcancen 20 duchas para eliminar todos los brillos.
Una barba brillante sería bastante atractiva para una fiesta de Navidad, pero debes tener en cuenta que los brillos se colarían en tu bebida, se meterían en tu boca con cada bocado y de ahí el circuito continua hasta el 26 de diciembre donde no debo mencionarte que estarías decorando sentado en el aposento mayor (llámese también inodoro).
Pero si te animas a mantener la boca cerrada, puede ser una buena técnica para no ingerir alimentos por demás y llevar la vanguardia entre tus amigos ( o algo parecido!!!)
Eso sí, si tú idea es pasar una Navidad más romántica, te aconsejo que deseches esta idea…
Si aún no te has decidido, no te preocupes, restan 30 días por delante.