Las cifras son tan íntimas como alarmantes: una de cada cuatro mujeres ha sufrido cistitis en el último año. Se trata de la infección urinaria más habitual del aparato urinario y también de todo el organismo, solo por detrás de las respiratorias. "Las mujeres son quienes con más frecuencia padecen infecciones de orina.
Esto ocurre porque la uretra de la mujer es muy corta, mide unos tres centímetros y, por tanto, es fácilmente accesible para las bacterias", explica la uróloga Cristina De Castro, responsable de brinda la mencionada cifra, y quien ofrece sugerencias para combatir este mal.
La causa más frecuente de cistitis se debe al ascenso directo de bacterias a través de la uretra. Estas bacterias están en la zona del margen uretral, en la zona vaginal e incluso en el margen perianal y, mediante la uretra, llegan hasta la vejiga. Según la especialista consultada, los gérmenes causantes de la cistitis habitualmente son bacterias, aunque, de manera excepcional, esta enfermedad también puede deberse a hongos o virus.
La doctora De Castro precisa que entre las infecciones de orina de origen bacteriano la causa más habitual es la "Escherichia coli"; no obstante, hay otras bacterias, como la "Klebsiella pneumoniae", que es la que aparece en segundo lugar.
“Además, en pacientes inmunodeprimidos vemos bacterias oportunistas que también producen infecciones en la orina”, destaca.
En la aparición de cistitis hay varios factores implicados. Suele estar asociada a momentos en los que existen bajadas de defensas, como sucede, por ejemplo, cuando se tiene un catarro.
También puede ocurrir en momentos en los que hay cambios hormonales como en el periodo premenstrual o en las mujeres premenopáusicas. "Puede sobrevenir, además, en momentos en los que se producen movimientos de bacterias, como después del coito, cuando la aparición de infecciones es muy frecuente –apunta la especialista-.
También vemos infecciones de orina en sectores poblacionales muy determinados, como los pacientes diabéticos, por la propia alteración inmunológica que supone la diabetes; o en pacientes con alteración de sus defensas motivada por otras causas”.
Diversos estudios demuestran que casi todas las mujeres tendrán cistitis al menos una vez en la vida. Además, entre aquellas que hayan padecido la enfermedad, una de cada cinco la presentará de nuevo, lo que se conoce como cistitis recurrente. Puede aparecer a cualquier edad, aunque es más común en embarazadas, en mujeres sexualmente activas y entre quienes se hallan en la menopausia.
Los síntomas
Entre los síntomas de la cistitis destacan las molestias a la hora de orinar, lo que en urología se conoce como síndrome miccional. “Está compuesto por escozor al orinar (lo que llamamos disuria); aumento de la frecuencia miccional (polaquiuria) que se asocia, además, a la emisión de muy pocas gotas de orina.
También puede aparecer sangrado en la orina (hematuria) y, a veces, hay molestias en la parte baja del abdomen”, comenta la doctora De Castro.
Ante estos síntomas, es necesario acudir al médico de atención primaria o al urólogo. Si concuerdan los síntomas y el médico tiene claro que es una cistitis, recogerá un cultivo de orina para tener una muestra que confirme que efectivamente hay una bacteria y, a continuación, prescribirá un tratamiento antibiótico. Una vez finalizado dicho tratamiento, se debe realizar otro cultivo para asegurarse de que la orina queda estéril.
La prevención
Cuatro de cada cinco infecciones focalizadas en las vías urinarias están provocadas por la "Escherichia coli", una bacteria que en los últimos años se ha hecho resistente al tratamiento con antibióticos, lo que genera algunas cepas bacterianas más virulentas que las primigenias. “Esto se debe, sobre todo, al mal uso y al empleo indiscriminado de estos medicamentos, por lo que es importante tomarlos con precaución y siempre bajo el control de un especialista”, indica el urólogo Manuel Fernández Arjona.
Como medida preventiva, los expertos en urología aconsejan tomar arándano rojo. Estos frutos “tienen poder antiséptico y se recomiendan como una medida de profilaxis para quienes tienen infecciones de orina de repetición”, apunta la doctora De Castro. No obstante, aconseja comprarlo en cápsulas “pues no está claro que el arándano rojo de herbolario tenga la composición adecuada para realizar esta labor antiséptica”.
Los productos sanitarios con arándano rojo americano “son capaces de impedir la adhesión de las bacterias a las paredes del tracto urinario sin provocar ningún efecto secundario ni alterar la flora vaginal, y sin contraindicaciones”.
La doctora De Castro recomienda vaciar la vejiga con asiduidad, es decir, orinar cada dos o tres horas.
Mantener una ingesta hídrica adecuada. Esto significa beber aproximadamente dos litros al día, una cantidad que puede variar en función del deporte que se haga o de las pérdidas que se tengan.
Evitar el estreñimiento, “pues hemos visto que también está relacionado con el aumento de las infecciones de orina”, destaca.
A las mujeres sexualmente activas, la especialista les recomienda orinar antes y después de la relación sexual para que el propio mecanismo de la micción arrastre las bacterias que puedan haberse extendido a través de la uretra.
Cuando los baños en playas y piscinas son muy frecuentes, es conveniente no tener puesto el traje de baño mojado durante mucho tiempo. Aunque no hay una causa directa entre la humedad en la zona uretral o vaginal y la infección de orina, sí puede aparecer una reacción local inflamatoria o de irritación que favorezca la infección. Por ello, “si se padecen infecciones de orina de repetición, retirar el bañador mojado siempre es una buena opción”, concluye.
Fuente: Revista dominical