La artemisa es una planta que proviene de Asia y Europa, es conocida como Artemisia vulgaris o hierba de San Juan y es utilizada en la medicina desde la antigüedad.
La hierba artemisa posee propiedades medicinales realmente efectivas y es por eso que todavía se la continúa utilizando.
Es una planta que alcanza los dos metros de altura, posee un tallo velloso de color rojizo o purpura, hojas oscuras y flores en tonos lilas, todas sus partes son utilizadas en la medicina tradicional. Contiene vitaminas A, B y C lo cual la convierten en una planta muy completa en cuanto a su valor nutricional.
¿Cuáles son las propiedades de la artemisa?
La hierba artemisa se la conoce por ser:
Usos medicinales de la artemisa
La artemisa puede ser usada como una medicina natural, al igual que muchas otras plantas que ya hemos mencionado en Vida Lúcida. Siempre es necesario entender que este es un artículo informativo, y es aconsejable la consulta con un especialista antes de probar cualquier solución natural. A continuación puedes conocer los diferentes problemas de salud en los que puede ayudar el uso de la artemisa.
Más beneficios de la artemisa:
Formas de usar la artemisa
Polvo de artemisa
Se puede utilizar de dos maneras diferentes, dependiendo de la ocasión, una de ellas el polvo de artemisa el cual se utiliza como sedante o relajante muscular, este obtiene machacando las hojas secas en un mortero, una vez listo se debe consumir el polvo, la dosis dependerá el motivo por el cual se utiliza.
Infusión de artemisa
Otra manera de utilizarse es elaborando una infusión, esta se realiza en el momento que va a consumirse y se bebe cuando la preparación se encuentra tibia.
Cómo preparar una infusión de artemisa:
– Un puñado de hojas de artemisa, incluidas las flores, estas se deben añadir en 1 litro de agua que debe estar hirviendo. Es recomendable endulzarlo con miel pura para aprovechar cambien los beneficios de la miel.
La artemisa no está recomendada en mujeres embarazadas, ya que puede provocar daños al feto, tampoco aquellas que dan de mamar a sus hijos.
Las dosis elevadas pueden ser muy peligrosas y llegar a causar convulsiones y trastornos nerviosos, sobre todo en los niños. Por esta razón se debe consultar con un profesional para que este pueda indicar el modo de uso y la dosis correcta.
Fuente:lavidalucida.com