Se podría decir que la falta de sueño puede afectar a la función cognitiva y conducir a resultados físicos adversos. Pero ¿es posible que la falta de sueño también pueda explicar las cuestiones sociales, como por ejemplo la pobreza? Por desgracia, como seres humanos que somos, no podemos abarcarlo todo.
Y es que en esta negociación constante entre nuestras prioridades, muchas más personas deberían elegir el sueño y no pensar tanto en el trabajo o en divertirse.
Los investigadores han demostrado que para la mayoría de la gente dormir menos de seis horas cada noche supone un deterioro cognitivo, sin tener en cuenta otros problemas importantes de la salud, como un mayor riesgo de diabetes tipo II y enfermedades cardiovasculares, entre otros, según se menciona en el artículo publicado por The World Bank.
Estas enfermedades también son más comunes entre las personas que se encuentran en el umbral de la pobreza, lo que lleva a algunas preguntas obvias: ¿tiene relación la falta de sueño con problemas de salud y a su vez con tener pocos ingresos? ¿O por el contrario es la pobreza y los bajos ingresos los que producen esa falta de sueño?
Freakonomics publicó recientemente un ‘podcast’ en dos partes sobre el tema del sueño y cómo puede afectar no sólo a nuestra salud, sino también a la situación financieros de las personas.
Comienza analizando el puzle sobre si la pobreza conduce a la falta de sueño (factores ambientales, el estrés de tener menos recursos o la necesidad de estar pluriempleado pueden interferir con el sueño regular) o si la falta de sueño conduce a la pobreza (el deteriorado conocimiento que se produce por la falta de sueño nos impide ganar nuestro potencial).