La investigación determina que las mujeres que experimentan la menopausia antes de los 40 años son menos propensas a desarrollar este tipo de cáncer; sin embargo, tienen más probabilidades de padecer otras enfermedades como la osteoporosis y la diabetes tipo dos.
Además, los investigadores descubrieron que por cada año que se retrasa la llegada de la menopausia, el riesgo de padecer cáncer de mama aumenta un 6 %.
La coautora del estudio Deborah Thompson, del departamento de Salud Pública y Atención Primaria de la Universidad de Cambridge, apuntó que esto se debía a "que las mujeres estaban menos expuestas al estrógeno durante su vida".
Asimismo, la investigación concluyó que la edad natural de la menopausia, que marca el final de la vida reproductiva de la mujer, está determinada por la genética.
Los autores realizaron un estudio de asociación del genoma completo sobre 70.000 mujeres de ascendencia europea e identificaron en total 56 variantes genéticas asociadas con la edad natural de esta etapa reproductiva.
Por su parte, Anna Murray, genetista de la Universidad de Exeter, explicó que la investigación ha ayudado a comprender cómo sucede el envejecimiento reproductivo y que esto podría conducir "al desarrollo de nuevos tratamientos para evitar la menopausia precoz".
"Muchas mujeres hoy en día optan por tener hijos a una edad más avanzada, pero pueden tener dificultades para concebir de forma natural debido a que la fertilidad comienza a disminuir, al menos, diez años antes de la menopausia", agregó.
Los hallazgos sugirieron que aquellas células reproductoras de los ovarios que reparan el ADN de manera más eficiente sobreviven más tiempo, esto se traduce en un retraso de la menopausia.