La cocina peruana, no solo tiene influencia asiática, también en su pasado se vió sazonada por inmigrantes italianos que llegaron a sus tierras y fusionaron uno que otro platillo como este de tallarines verdes.
Los tallarines no son otra cosa que unos "spaghettis" un poco más anchos que los que encontramos acá, bañados de esta exquisita salsa verde peruana, inspirada en la conocida salsa pesto. Cada abuelita guarda su versión, por ejemplo, hay quienes le agregan alguna nuez en vez de los piñones (pinenuts) que lleva la pesto. La receta original se hace con leche evaporada y no con entera como la hago yo pensando siempre en ahorrar calorías sin escatimar en sabor. Generalmente se sirve con "apanado", un trozo fino de carne, similar a un churrasco. La verdad... son tan sabrosos que se comen solos y yo casi siempre los sirvo con algo más delicado para balancear el sabor, unos camarones a la parrilla, scallops o hasta con un filete de pescado o pollo.
Nunca olvido el día en que la bella Allegra, hija de mi amiga Barbie Serrano, se bañó en estos tallarines. Se los comió con un gusto tan increíble que ver su carita toda de verde y llena de felicidad me hizo dedicarle la receta. Los niños van amar estar receta y los grandes la van a devorar... anímate que no muerden!
Lo que debes tener:
16oz. spaghetti
5 oz. de espinacas frescas
4 oz. de queso fresco
2 dientes de ajo
2 cdas. de queso parmesano
1/2 taza de leche entera
1oz. de albahaca
Zanahoria rallada o arvejas (opcional)
Sal y pimienta a gusto
Lo que debes hacer:
En una olla profunda con agua hirviendo, agrega suficiente sal y cocina la pasta hasta que esté al dente.
Mientras se cocina la pasta, en una olla pequeña, agrega agua y cuando este hirviendo, agrega las espinacas por unos 30-40 segundos. Retíralas con un colador o cuchara y llévalas a un envase con agua con hielo para preservar su color verde.
Luego, escurre bien la espinaca y llévala a la licuadora con los quesos, la leche, la albahaca y el ajo. Mezcla bien hasta que tenga una consistencia de salsa espesa.
Luego regresa la salsa a una olla en temperatura bien baja y sazona con sal y pimienta.
Cuela la pasta, mezcla con la salsa y decora con arvejas, zanahoria rallada o con cualquier proteína con la que la quieras servir...con carne o camarones, va perfecta.