La fimosis es una de las enfermedades más comunes que se pueden dar en el pene un hombre, a pesar de que se suele dar en su mayoría en los niños, de los cuales un 95% en una edad muy temprana suele padecer esta enfermedad, puede aparecer por diversas causas en personas de cualquier edad.
A pesar de lo que mucha gente cree tiene solución en todos los casos y aunque la curación suele ser dolorosa y tediosa se termina superando con el tiempo.
Si quieres conocer información sobre este problema, los síntomas que tiene, los problemas que puede acarrear y algunos consejos para el tratamiento saca papel y lápiz, que vas a necesitarlo para apuntar muchas de las cosas que te vamos a contar y explicar a lo largo de este artículo.
¿Qué es la fimosis?
Antes de que te contemos cómo detectar que sufres fimosis y como debes de proceder para tratar de poner solución a este problema, debes de conocer qué es de forma clara y meridiana que es la fimosis.
Técnicamente hablando estamos ante una irregularidad en la piel que recubre la parte terminal del pene, conocida como prepucio.
Esta piel del final del órgano sexual masculina es demasiado estrecha, con lo que no permite que el glande se descubra, en ocasiones de forma total y en otras ocasiones de forma parcial. Este fenómeno se puede producir tanto con el pene erecto como en estado de relajación.
Una de las confusiones más habitual es la de creer que se padece una fimosis, cuando en realidad simplemente se tiene el frenillo corto. En caso de duda o de detectar algunas de estos dos problemas, es imprescindible acudir a un especialista para que identifique nuestra enfermedad y nos recete un tratamiento adecuado.
Va a sonar muy extraño pero todos los recién nacidos, varones por supuesto, padecen una fimosis fisiológica que en la mayoría de los casos se resuelve sin ninguna intervención o tratamiento.
Un reducido grupo necesitará un tratamiento con el cual conseguirá superarla sin demasiados problemas o complicaciones.
Técnicamente la fimosis aparece por lo ya explicado anteriormente, es decir por las irregularidades en la piel que recubre el prepucio. Por desgracia no existe una explicación concreta de la aparición de la fimosis.
La fimosis en la mayoría de las ocasiones presenta los siguientes síntomas en la mayoría de los pacientes;
En el caso de que tengas varios de los síntomas antes expuestos lo mejor es que acudas a la mayor brevedad a que un especialista te haga una exploración de la zona y pueda poner solución a tus problemas cuanto antes. Si dejas de lado tu problema puede que a la vuelta de unos días o unas semanas todo se haya complicado más.
No suele ser algo de lo que solamos estar informados, pero existen dos tipos diferentes de fimosis
De este tipo de fimosis ya hemos hablado al principio de este artículo, y es la que se presenta en los bebes al nacer. Con el paso de los días el prepucio del recién nacido irá cogiendo elasticidad y se irá ensanchando hasta que se pueda mover hacia atrás sin problema ninguno. Si el problema persiste con el paso de los años, estaremos hablando de otro tipo de fimosis y no de una patológica.
Este tipo de fimosis es muy poco común, pero puede darse en hombres de cualquier edad debido a infecciones o heridas que forman un nuevo tejido que tras la cicatrización no permiten descubrir el glande de una forma totalmente normal. En caso de tener este problema será imprescindible acudir al médico para que nos diagnostique y nos recete un tratamiento.
Una vez más, un hombre puede tener fimosis, pero igual que puede ser de un tipo u otro, puede ser también de un grado a otro. Estos grados van desde el V en el que podremos descubrir el glande perfectamente, hasta el I en el que no se descubre el glande de ninguna forma.
A continuación os mostramos y explicamos los diferentes grados de fimosis existentes;
Dependiendo del tipo y del grado de fimosis que suframos el tratamiento será uno u otro, y en todos los casos deberá de estar prescrito por un médico. Diagnosticarse y tratarse uno mismo cualquier tipo y grado de fimosis puede ser un disparate, que además puede ser muy, pero que muy doloroso.
Tratamiento con corticoides. Este tipo de tratamiento esta indicado para niños de 3 años o más. En la mayoría de los casos son cremas con las que conseguiremos separar poco a poco a la piel del prepucio del glande dotando a la piel del pene de una mayor elasticidad. En la mayoría de los casos este tratamiento tiene éxito, aunque si no se consigue el objetivo deberemos de volver a acudir al especialista para que nos diagnostique de nuevo y nos recete un nuevo tratamiento.
Tratamiento quirúrgico. Se trata de la conocida como circuncisión que se práctica en adultos y niños, generalmente con anestesia local. Consiste en la extirpación de la parte del prepucio que impide que el glande se quede totalmente al descubierto. Si no surgen complicaciones, que no deberían de surgir, estamos ante una intervención clínica bastante sencilla.
La fimosis en algunos casos puede acarrear algunas complicaciones. Estas pueden ser graves en algunos casos, pero sobre todo dolorosas en la mayoría de los casos.
A continuación os mostramos las complicaciones más comunes que pueden surgir a partir de una fimosis;
Existen algunas complicaciones más que se pueden dar a causa de la fimosis, pero en la mayoría de los casos no son demasiado comunes por lo que hemos decidido omitirlas.
La fimosis es una enfermedad como ya hemos dicho bastante común en los hombres, y que se supera en la mayoría de los casos de una forma sencilla y rápida, aunque en ocasiones eso sí con algún dolor y teniendo que evitar algunas prácticas más que habituales. En el caso de que sea detectada tarde puede acarrearnos alguna complicación más, pero en la mayoría de los casos se podrá llevar una vida totalmente normal muy rápido.
Nuestra recomendación para tener unas altas expectativas de curación sin demasiadas complicaciones que en el mismo momento en el que detectes, bien sea en tu hijo o en ti mismo, algunos de los síntomas más comunes de la fimosis acudas a un médico especialista para que realice una exploración de la zona y pueda tomar decisiones sin que sea demasiado tarde.
En la mayoría de las ocasiones una fimosis se complica cuando uno mismo trata de ponerle solución leyendo absurdos artículos que existen a cientos por la red de redes o tratando de ocultar, algo que nunca hará que las cosas vayan a mejor.