Según la Asociación Americana de Psicología, las fuentes más comunes de estrés laboral son los sueldos bajos, la sobrecarga laboral, la falta de oportunidades de promoción, los trabajos que no suponen un reto, la carencia de apoyo social o no tener control sobre las decisiones de trabajo entre otras.
Ya sea por presión o por exceso de responsabilidad, cualquier empleo puede presentar elementos estresantes.
De modo ocasional, el estrés laboral nos afecta a todos; el problema llega cuando se vuelve crónico.
Puede ser perjudicial y dañar la salud física y emocional. Los psicólogos norteamericanos dan algunas recomendaciones para sobrellevar y desactivar el estrés.
1.-Mantén un diario durante una semana o dos para identificar qué situaciones te crean más estrés y cómo respondes a ellas.
Registra tus pensamientos, sentimientos e información sobre el ambiente, incluyendo las personas y circunstancias implicadas, la situación física y cómo reaccionaste.
Aspectos como si elevaste la voz, si decidiste ir a por un tentempié o a dar un paseo pueden ayudar a encontrar patrones entre aquello que te estresa y cómo reaccionas ante ellos.
2.-En lugar de intentar combatir el estrés con comida rápida o alcohol, elige opciones saludables cuando sientas que sube la tensión.
El ejercicio es un gran liberador de estrés. El yoga puede ser una buena opción pero cualquier forma de actividad física es beneficiosa.
Además, dormir bien es importante para gestionar el estrés.
3.-En el actual mundo de las relaciones digitales, es fácil sentirse angustiado ante la posibilidad de estar disponible las 24 horas del día.
Establece algunos límites entre trabajo y vida personal. Esto podría significar no consultar el correo desde casa por la tarde o no contestar al teléfono horas después de terminar la jornada laboral.
Fijar límites claros entre la vida laboral y personal reduce el estrés asociado a los posibles conflictos de conciliación.
4.-Para evitar los efectos negativos del estrés crónico y el cansancio laboral necesitamos tiempo para recuperarnos y volver al nivel de rendimiento anterior al estrés .
Este proceso de recuperación requiere 'desconectar' de la actividad laboral cuando no se está trabajando.
Siempre que sea posible tómate tu tiempo para descansar y volver al trabajo listo para ofrecer lo mejor de ti.
Cuando no sea posible desconectarse, al menos desconecta tu teléfono y centra tu atención durante un rato en actividades no ligadas al trabajo.
5.-Los empleados saludables suelen ser más productivos, por lo que el jefe tiene un incentivo claro para crear un ambiente de trabajo que promueva el bienestar de los empleados.
Empieza por entablar una conversación abierta con tu jefe, pero no para presentar una lista de quejas. Sí para clarificar qué se espera de ti, conseguir más ayuda de tus colegas, enriquecer tu trabajo con nuevas tareas o hacer cambios en tu ambiente de trabajo.
Fuente: Panorama