Actualmente existen muchos tipos de lubricantes vaginales que te pueden ayudar a mejorar tus relaciones sexuales y en medio de tanta variedad siempre es bueno tomar en cuenta diversos factores al momento de buscar uno y antes de adquirirlo.
Lo primero que debes saber es que hay lubricantes vaginales hechos a base de agua, aceite y derivados del petróleo; los que no son a base de agua pueden llegar a producir infecciones e irritación, así que ese es un factor a considerar.
La mayoría de los que están hechos de aceite o petróleo pueden causar que se rompa un condón, también hay algunos que pueden reducir la posibilidad de embarazo debido a que afectan a los espermatozoides.
Los lubricantes hechos a base de agua son los más usados por las mujeres debido a que son los más fáciles de limpiar, no manchan la ropa y son más seguros al utilizar también condones; sin embargo, existen algunos con sabores y aromas que pueden causar infecciones.
Es importante tomar en cuenta que cualquier tipo de lubricante, sin importar de que esté hecho, puede causar reacciones alérgicas. La primera vez que uses uno trata de ponerlo sólo en una zona para que te des cuenta si es que existe alguna reacción. Si es posible, elige lubricantes isosmolares y evita los hiperosmolares.
Si tienes problemas relacionados a la menopausia, tu mejor opción es usar hidratantes vaginales de manera regular y lubricantes durante tus relaciones sexuales.
Si eres joven y tienes una vida sexual activa, usar lubricantes te puede ayudar a evitar la resequedad vaginal siempre y cuando se trate del correcto, lo cual puede depender de diversos factores.
Siempre trata de comprar tu producto en una farmacia y no en una sex shop, además debes leer las instrucciones de uso con cuidado y no dejarte llevar sólo por una primera impresión de lo que estés viendo.
Antes de ir a buscar un lubricante, si es que lo necesitas, primero acude a tu médico para que él te indique cuál es el más adecuado para ti, ya que no todos los que están disponibles son igual de efectivos.