En septiembre, con la vuelta al trabajo, vuelven los coleccionables imposibles al quiosco de prensa, los madrugones, la rutina y, según casi todos los españoles, el síndrome postvacacional.
Básicamente, hablamos de tensiones musculares, nerviosismo y ansiedad. Pero, ¿es real? Los expertos en salud mental aseguran que es un invento 'made in Spain'
¿Por qué no hay otros trabajadores en el mundo que sufran síndrome postvacacional excepto en España y algunos países mediterráneos? A decir de los expertos, porque esa rara enfermedad de la que todo el mundo habla y escribe cuando llega septiembre, no existe.
Aún así, según a las estadísticas más o menos aprócrifas, el 65% de los españoles sufre sus síntomas y cerca del 20% de los afectados se recupera en uno o dos días, mientras que un 35% tarda hasta dos semanas, como apunta el diario La Vanguardia.
Básicamente, lo que nos pasa es que nos cuesta un mundo volver a los madrugones, las obligaciones a las puertas del otoño. Pero el caso es que quien más, quien menos, ha leído sesudos informes que aseguran que su mal humor y mala disposición a volver a la oficina es esa extraño síndrome 'made in spain'.
Y claro, son muchos los contrainformes serios de empresas privadas relacionadas con la Sanidad dedicados a combatir esa leyenda urbana, esa falacia pseudocientífica que sirve mayoritariamente para poner excusas a la hora de reactivarnos.
Son muchos los psiquiatras que aseguran sin vacilar que el síndrome posvacacional es un invento porque aunque busquemos no encontraremos una publicación científica seria que detalle de enfermedades propiciadas por la vuelta al trabajo y mucho menos sobre el síndrome posvacacional.
Es más, ¿por qué nadie acude a las consulta de un psiquiatra para manifestar que sufre mareos, ansiedad o dolores musculares cuando llega la hora de volver al trabajo tras las vacaciones?
Y así no son pocos los facultativos que muestran su rechazo a la frivolidad que se demuestra desde diversos ámbitos a la hora de dar credecnial de realidad a una farsa con reportajes que aglutinan consejos para combatir un mal que, llanamente, no existe.