Las vacaciones llegan a su fin. Sin embargo, el bronceado adquirido durante estos meses de verano puede prolongarse un tiempo gracias a una serie de remedios y trucos que no afectarán a tu salud. ¿Los conoces?
Llega el mes de septiembre y con él la vuelta al trabajo y el estrés que pensábamos que había desaparecido durante las vacaciones, aparece repentinamente dispuesto a agobiarnos y convirtiendo en un 'Everest' la llamada depresión postvacacional.
Sí, vienes con un bronceado perfecto de la playa pero la rutina diaria va a provocar que ese color dorado que tanto te ha costado coger, se va a ir en sólo unos días. ¿Se puede prolongar de forma natural y sin poner en riesgo nuestra salud? Toma nota porque ahí van una serie de consejos muy interesantes... ¡y efectivos!
Alimentos con alta presencia de betacaroteno
La alimentación es el punto más importante para conservar durante más tiempo del que deseamos el bronceado que hemos adquirido en las playas de España. Los médicos aseguran que es fundamental realizar una dieta rica en betacaroteno, un nutriente que se encarga de poner en marcha la melanina y de regular el nivel de moreno que hay en nuestra piel.
Por ello, es necesario apostar por las frutas del bosque, la zanahoria o el tomate, el pepino, las acelgas o la lechuga para que el moreno pueda durar más y que no acabes quemado de más por el trabajo y sí por ese maravilloso sol de verano.
Una ducha de agua fría, tu aliada
Los dermatólogos recomiendan que para poder conservar un bronceado duradero y visiblemente natural es necesario darse una ducha de AGUA FRÍA que permita que la piel no se descame y se pele como suele pasar después de tomar el sol durante un periodo de tiempo importante.
Si optas por el agua caliente- sí, estarás más a gusto si empiezan a refrescar las temperaturas- tu piel se deshidratará mucho más rápido y, de forma paralela, el bronceado desaparecerá en apenas unos días. ¡Con lo que te había costado coger ese dorado tropical!
Lavados de cuerpo con una infusión de té
Si todos los consejos anteriores no terminan por convencerte (o quizás ya los conocías), puedes optar por una infusión natural de té que te ayuda a mantener durante más tiempo el bronceado de tu piel.
A ser posible, intenta que la infusión contenga una alta dosis de té, ya que te permitirá lucir una piel mucho menos seca. Importante, eso sí, que una vez terminada la aplicación, utilices una crema hidratante para evitar que esta se reseque.
¿Conoces la nutricosmética?
Pese que aún es desconocida por gran parte de la sociedad, la nutricosmética ofrece a sus usuarios la posibilidad de potenciar y prolongar el bronceado durante unas semanas.
Hay numerosas opciones dentro de este campo para que el moreno te dure más tiempo: serums (que se encargan de estimular la reactivación de la melanina), los jabones de manos y de cuerpo e incluso en cremas que no suelen superar en el mercado los 15 euros. Tranquil@ porque tienen función hidratante y se puede complementar con la que utilizas a diario.
Cremas y lociones autobronceadoras, baratas y efectivas
Aunque ofrecen resultados que a simple vista son mucho más artificiales, en el mercado puedes encontrar numerosas cremas y lociones autobronceadoras que te darán un tono muy logrado y que simulará perfectamente en unos meses que hayas tomado el sol en la playa durante varias semanas en septiembre y octubre.
No son nocivas, ya que contienen la dihidroxiacetona, un ingrediente que se extrae de la caña de azúcar y que incide directamente sobre la piel y que actúa de forma similar a la de alimentos como la zanahoria.
Y no, esos tonos amarillentos que dejaban antes esos productos, pasaron a mejor vida...
¿Y los rayos UVA?
Existe un debate extendido sobre los posibles peligros para la piel de exponerse a los rayos UVA para mejorar o prolongar en el tiempo el bronceado. La Academia Española de Dermatología no lo recomienda, ya que la piel se envejece y algunos organismos los califican como "cancerígenos".
Sin embargo, otras voces no autorizadas explican que una buena opción- y no arriesgada- es darse 1-2 sesiones de rayos UVA a la semana. Eso sí, con cremas específicas para ello y que no perjudiquen la piel a largo plazo.
La piel debe estar muy bien hidratada
La hidratación de la piel es importante se haya o no se haya tomado el sol. En verano- como consecuencia de las elevadas temperaturas y la mayor exposición en las horas centrales- es imprescindible beber unos dos litros de agua al día. ¿Por qué?
Hidratarnos por dentro mejorará nuestra circulación y favorecerá la activación de las células más desgastadas.
La hidratación también deberá realizarse exteriormente. ¿Cómo? Con cremas nutritivas y que ayuden a mantener el color y que favorezca la elasticidad de la piel.
La exfoliación, una alternativa interesante
Pese a lo que muchas personas piensan, la exfoliación permite eliminar las células muertas de nuestro organismo y preparar la piel para absorber la hidratación que favorece no sólo el bronceado sino también una exposición solar mucho más segura y efectiva.
No hay que recurrir- como equivocadamente se piensa- a la exfoliación antes de tomar el sol. También debe hacerse después, ya que así se evita la famosa descamación que tiene lugar en las células de la piel para que el bronceado empieza a decir adiós.