Aunque al principio se pueden sentir molestias, a largo plazo es beneficioso. Es porque se desarrollan los músculos que colaboran con la salud venosa y toda la zona tiene mejor irrigación.
Las várices son venas tortuosas, dilatadas, con sus válvulas alteradas, con trayectos ondulantes, que en lugar de permitir el retorno venoso hacia el corazón, lo dificultan, logrando sólo que la sangre retorne al pie. Esta situación se denomina reflujo.
Sin embargo, contrariamente a lo que siempre hemos escuchado, la práctica del running puede favorecer el retorno venoso, mejorando la irrigación sanguínea y evitando los síntomas como la pesadez o los pinchazos.
“Correr favorece el retorno venoso tanto o más que caminar”, asegura el doctor Miguel Ángel Gramajo Booth, médico flebólogo universitario con experiencia de 30 años en su especialidad y miembro del American College of Phlebology.
“Los efectos beneficiosos se logran con menos tiempo de entrenamiento si se corre en vez de caminar. Ambas actividades son muy convenientes para la salud venosa, no entrañan riesgos desde el punto de vista flebológico.
En muchos casos, por el contrario, con la práctica de la caminata o el running remiten síntomas como la pesadez, o los pinchazos, que indican cierto grado de insuficiencia venosa. Esto sucede porque se desarrollan los músculos que colaboran en el retorno venoso y toda la zona tiene mejor irrigación.
Lo que se debería hacer es un chequeo, si se sienten molestias, antes de comenzar a entrenar. La actividad física en las personas que tienen várices puede causar molestias ligeras a corto plazo, pero a largo plazo es beneficiosa”, agrega Gramajo Booth, quien además es pionero en los procedimientos de recuperación funcional sin extirpación.
- ¿Hay patologías específicas de las venas de quienes hacen mucho ejercicio?
No se consideran patologías sino reacciones de adaptación al ejercicio físico intenso, las llamadas pseudovárices del deportista. Las venas se engrosan porque necesitan transportar más sangre, para alimentar la mayor masa muscular.
A la vez, estas venas sobresalen porque se disminuye el panículo adiposo y entonces se notan las venas muy marcadas, que no son varicosas, es decir no están enfermas, son venas más desarrolladas.
Algunas mujeres deportistas las ven como un inconveniente estético, sobre todo en las pantorrillas, y se pueden disminuir mediante fleboterapia restaurativa aunque esto es transitorio si se sigue entrenando al mismo ritmo.
-¿Qué es la fleboterapia?
La fleboterapia restaurativa es un tratamiento médico para tratar desde arañitas a grandes várices que repara las venas enfermas en lugar de extirparlas.
Consiste en la aplicación de inyecciones en la luz del vaso sanguíneo, aun del más pequeño, de una sustancia de origen natural que repara la pared de la vena, lo que permite que la sangre fluya con normalidad.
En las manos, sirve para disminuir el tamaño de las venas del dorso, que se hacen más sobresalientes como un efecto común del envejecimiento; y en el mismo sentido, el tratamiento se puede aplicar en las pantorrillas y otros lugares del cuerpo con venas superdesarrolladas por ejercicio.
- ¿Cómo se deben prevenir problemas, hay factores hereditarios que tener en cuenta?
Aquellas personas que tengan ya síntomas de várices o antecedentes familiares deberían realizar un chequeo periódico de sus venas, incluido un ecodoppler.
En el caso de que aparezcan arañitas – telangectasias– mediante la fleboterapia restaurativa se puede reforzar toda la red venosa superficial, con lo que el problema se soluciona en profundidad.
¿Los calambres de los corredores tienen relación con problemas venosos?
Los calambres tienen varias causas posibles, una de ellas puede ser una insuficiencia venosa que impide la correcta oxigenación de los músculos de las piernas, por lo que se acumula ácido láctico en ellos causando los típicos calambres.
Sin embargo, existen otros desencadenantes de este cuadro, como errores en el entrenamiento o en la hidratación mientras se hace el ejercicio, que provocan un desequilibrio de electrolitos. Si se sufren calambres a repetición y no se encuentra una causa es motivo de consulta médica.