Está comprobado que la práctica cotidiana de actividad física tiene beneficios importantes para la salud: ayuda a prevenir y combatir el sobrepeso, disminuye el riesgo de padecer enfermedades como la diabetes, algunos tipos de cáncer y las afecciones cardiovasculares y mejora el estado de ánimo, entre muchos otros.
Los expertos recomiendan realizar, como mínimo, treinta minutos diarios de ejercicio moderado, cinco días de la semana. Sin embargo, recientes estudios indican que esta práctica regular de actividad física no es suficiente para prevenir ciertos padecimientos que se generan por otra circunstancia: permanecer sentado durante largos periodos de tiempo.
Bajo el título, Too Little Exercise and Too Much Sitting: Inactivity Physiology and the Need for New Recommendations on Sedentary Behavior, un equipo de investigadores encabezado por el doctor Marc T. Hamilton, del Departamento de Ciencias Biomédicas de la Universidad de Missouri, analizó uno de los hábitos más generalizados en las sociedades occidentales: estar sentado. De acuerdo a su hipótesis, permanecer sentado durante largos periodos de tiempo es causante de desequilibrios metabólicos y biológicos que igualmente podrían desembocar en accidentes cardiovasculares. Incluso, hacer ejercicio periódicamente, no pone a salvo a una persona de enfermarse si pasa demasiado tiempo sentada todos los días.
“Supongamos que una persona duerme ocho horas en promedio y se ejercita 30 minutos diariamente. ¿En qué ocupa las 15.5 horas restantes de cada día? La mayoría pasa ese tiempo sentada, lo cual tiene implicaciones importantes en términos biológicos”, explica el estudio. En este sentido, el simple hecho de permanecer sentada puede provocarle a una persona diversas afecciones, más allá de que practique una actividad física cotidiana, incluso si cumple con la recomendación de treinta minutos diarios, cinco veces por semana.
Con base en diferentes investigaciones realizadas durante los últimos años, como la Encuesta Nacional estadounidense de Salud y Nutrición 2003-2004 y el Estudio Australiano de Diabetes, Obesidad y Estilo de Vida 2008 (AusDiab), los autores descubrieron que estar sentado durante mucho tiempo aumenta la circunferencia abdominal y provoca desequilibrios en las concentraciones de glucosa, triglicéridos y colesterol de alta densidad. Se corre entonces el riesgo de sufrir padecimientos relacionados con estas variaciones metabólicas independientemente de que haga ejercicio con regularidad. Esto se debe a que los mecanismos biológicos y procesos moleculares que se ven afectados por estar sentado son diferentes a los que se activan con el ejercicio físico diario, por lo que las consecuencias son distintas a nivel orgánico.
No obstante, de acuerdo a los expertos, los efectos nocivos de estar sentado pueden evitarse si la persona se toma varios momentos a lo largo del día para ponerse de pie, caminar un poco y estirarse.. Asimismo advierten que, debido a los adelantos tecnológicos, la perspectiva a futuro es que la gente permanezca sentada incluso más tiempo que en la actualidad.
Ante tal panorama, en el combate a la obesidad, la diabetes, los accidentes cardiovasculares y demás afecciones relacionadas, recomiendan no sólo realizar mínimo 30 minutos diarios de ejercicio moderado, cinco días de la semana, sino también el diseño de políticas de salud encaminadas a contrarrestar los efectos negativos de estar mucho tiempo sentado.