Es importante conocer cuáles son los factores que favorecen la aparición de líneas de expresión, para poder cambiar algunos hábitos que perjudican nuestra piel. En esta nota encontrarás las 5 máximas para verte más joven y saludable.
El envejecimiento cutáneo es un proceso biológico complejo, progresivo e irreversible que empieza a manifestarse a partir de los 25 años. A medida que avanza, se producen algunos procesos (disminuye la renovación celular y del colágeno, se reduce el número de células adiposas) que darán lugar a las tres manifestaciones principales del envejecimiento cutáneo: arrugas, pérdida de volumen y pérdida de densidad.
Los primeros signos de envejecimiento son provocados por factores intrínsecos (como la propia etnia, las hormonas y la genética) y extrínsecos, como la exposición prolongada y sin protección al sol, el tabaquismo, el alcoholismo, una alimentación deficitaria, el estrés y la contaminación ambiental.
Para prevenir el envejecimiento prematuro, hay que recordar cinco grandes máximas: fotoprotección; una adecuada alimentación; incorporación de nutracéuticos; abandono del cigarrillo, y limpieza y cuidado del cutis en forma diaria.
Se estima que el sol es el causante del 90 % del envejecimiento visible de la piel. El bronceado no es más que una señal de alarma que la piel nos impone para demostrarnos que está necesitando proteger a sus células de una agresión externa. Para reducir su daño, se deben usar protectores solares con factores UVA, UVB, antioxidante y adherentes.
También es imprescindible tomar de 2 a 3 litros de líquido por día, ya que la piel se hidrata principalmente de adentro hacia afuera. Viene bien incorporar a la dieta frutas y verduras variadas, que actúan como antioxidantes evitando la formación de radicales libres.
¿Y a propósito de la alimentación? ¿Cuánto inside en el estado de la piel? Mucho, aunque también es cierto que no alcanza con incorporar hábitos más saludables. Entonces entran en acción los nutracéuticos o suplementos dietarios, que resultan una herramienta eficaz para reponer déficits nutricionales ocasionados por los procesos de industrialización de gran cantidad de alimentos. Los nutracéuticos se caracterizan por sus cualidades antioxidantes y se venden en forma de cápsulas blandas, comprimidos o polvos y deben ser prescriptos por un dermatólogo como coadyuvante terapéutico para la prevención de distintas patologías. Se destacan la le-citina, isoflavona de soja, vitamina E, vitamina C, zinc, licopeno, ácido fólico y biotina.
Otro aspecto a atender es el tabaquismo: es fundamental abandonar el cigarrillo si se desea mejorar la apariencia de la piel, pues desencadena el estrés oxidativo mediante la generación de radicales libres.
No todas las pieles ni todos los individuos son iguales de modo que el tratamiento preventivo que se le indique a cada paciente se verá condicionado por múltiples factores.
Fuente: Rumbos Digital