La mayor parte de los zapatos que usamos diariamente dejan pasar la humedad del suelo con mucha facilidad, lo que se convierte en un verdadero problema en invierno.
Entrar en calor se hace una tarea casi imposible, ya que como dicen, si tenemos los pies fríos esta sensación se traslada con facilidad al resto del cuerpo.
- ¿Cómo podemos evitarlo? -
Muy sencillo, tan sólo debemos pincelar con aceite de linaza la suela del zapato y dejarla secar.
Con esto lograremos crear una capa protectora eficaz que impedirá el paso del frío y la humedad.