El día que salgan a la luz todas las mentiras de la industria alimentaria es probable que decidamos criar nuestros propios animales de granja, y es que esa es ya la única manera de estar seguros de lo que comemos.
Por si los abusos en el etiquetado y el uso de términos como natural, 0% o sin azúcares no fuera suficiente, ahora han descubierto la manera de crear piezas nobles de carne, a partir de los desechos de otros cortes.
Y no estamos hablando de hacer salchichas frankfurt con despojos, sino de fabricar un bistec de ternera, un filete de cerdo o similar, gracias a un producto sintético nacido de la union de dos enzimas (trombina y fibrinogeno).
Con este compuesto los fabricantes de productos cárnicos procesados se encuentran en grado de pegar o encolar los recortes de carne para darles la apariencia de un suculento filete de aspecto compacto en sólo 24 horas.
Un proceso es tan sencillo como inquietante, y que a mi juicio, debería de estar terminantemente prohibido, pues con estas artes no se mejora la pieza de carne, sino que lo único que se pretende es engañar y confundir al consumidor