Filofobia: Miedo a Enamorarse
Una de las fobias más curiosas es la Filofobia o miedo a estar enamorado. Pero aunque parezca extraño, es mucho más común de lo que uno se pueda imaginar.
Es, como toda fobia, un trastorno de ansiedad que, en casos extremos, puede tener efectos negativos en la vida social y emocional de la persona que lo sufre, ya que puede dejar de relacionarse con compañeros de trabajo, vecinos, amigos y familiares.
Si bien, para muchos, enamorarse puede ser una experiencia gratificante, para un filofóbico, puede convertirse en una situación terrible, generándole malestar y altos niveles de estrés emocional y físico como los siguientes:
Ataques de pánico clásicos,
Desórdenes gastrointestinales,
Falta de aire
Sudoración excesiva
Taquicardia
Temblores
Confusión mental
Sequedad en la boca
Pérdida de Control
Mareos y Náuseas
Impulsividad
Deseo de dejar la situación.
El Filofobico pone una barrera cuando comienza a enamorarse de una persona, ya que necesita “defenderse” de lo que cree que es una amenaza o ataque.
Para ello activa una serie de justificaciones y excusas como mecanismos de defensa.
Los más comunes son:
Buscar defectos en la pareja
Enamorarse de personas inalcanzables
Buscar relaciones con personas muy diferentes, sabiendo que la relación no va a funcionar, para no sentir presión al cortar la relación
Provocar discusiones para que sea su pareja quien deje la relación.
Aislarse emocionalmente al ver que la otra persona se acerca demasiado (dejar de contestar mensajes o llamadas, inventar excusas para no verla, etc.)
El miedo, básicamente esta asociado a todos los factores que se encuentran implícitos en una relación de pareja.
Miedo a perder la individualidad,
Miedo a no sentirse una persona libre,
Miedo a ser abandonado,
Miedo a no cumplir las expectativas del otro
Miedo a que no cumplan con sus expectativas.
No se ha descubierto el motivo por el cual ciertas personas experimentan este tipo de fobia. Pero se cree que puede ser por alguno de estos factores:
Traumas infantiles relacionados con la familia o el entorno afectivo,
Relaciones de pareja pasadas que concluyeron en desengaños,
Rupturas traumáticas,
Penosas historias de amor transmitidas,
O simplemente por el miedo intenso a ser rechazados.
Para superar este trastorno es imprescindible dejar de pensar tanto en las consecuencias negativas. Y darse cuenta que la salida no está en salir huyendo o evitar las situaciones, ya que lo único que provoca es que se reafirme el trastorno.
Lo mejor es vivir la relación día a día, y no dejar avanzar a los pensamientos irracionales o recuerdos de experiencias pasadas. Cada situación y cada persona es distinta a las demás. De esta forma se podrá tener más control sobre la ansiedad asociada a esta fobia.
Otra posibilidad es la de comunicárselo a nuestra pareja, para que entienda mejor las reacciones y tensiones que sufrimos.
Y si no es posible superarlo solo, se puede acudir a un profesional de la salud, ya que hay muchas terapias que han demostrado ser muy eficaces en la superación de estos trastornos fóbicos.
No es bueno dejar de sentir para no sufrir.
