No es lo mismo dormir haciendo la cucharita que dándose la espalda... ¿Sabías que una postura u otra dice mucho sobre cómo es vuestra relación?
Esta es una postura para dormir tan romántica como extendida. Lo cierto es que no son pocas las parejas que duermen de esta manera con bastante frecuencia, y si te encuentras entre las que lo hacen, tenemos que darte una estupenda noticia.
Y es que, según los expertos, esta postura refleja la armonía perfecta entre los miembros de la pareja.
Si tu pareja y tu dormís así, estáis hechos el uno para el otro, y tenéis plena confianza. Por otro lado, la persona que suele abrazar es la que tiene más tendencia a proteger y guiar a la otra persona.
Si decíamos que la cucharita refleja la perfecta sintonía entre los dos, dormir de dándoos la espalda viene a indicar todo lo contrario. Si cuando os metéis en la cama cada uno tira para su lado y ni siquiera os miráis, puede ser una señal de que algo va mal entre vosotros.
El problema no es tanto que estéis de espaldas como que no haya ningún tipo de contacto físico entre vosotros. Eso puede significar que la relación os agobia, y que probablemente necesitáis tener más espacio.
Evidentemente, con esto nos referimos a las parejas que duermen así habitualmente y no de manera puntual tras una discusión.
Con las espaldas pegadas
Aunque en esta posición también os encontréis uno de espaldas al otro, no hay de qué preocuparse.
Acostaros de espaldas, y cada uno en su lado de la cama sin invadir el del otro, refleja que respetáis mucho el espacio de la otra persona en la relación. Ambos os la apañáis muy bien solos, y no sois para nada dependientes o empalagosos. Pero ojo, eso no quiere decir que no os adoréis. De hecho, por eso buscáis un cierto contacto físico, por ejemplo rozando vuestras espaldas.
Un abrazo es una de las formas más bonitas de relejar el amor y el cariño que se siente hacia otra persona. Así que, si tu pareja y tu dormís abrazados, es síntoma de que lo vuestro marcha sobre ruedas. Os queréis muchísimo y además no os cuesta en absoluto demostrarlo continuamente... Tanto que no sois capaces de separaros un milímetro ni para dormir.
Según los expertos, esto es un síntoma evidente de que os encontráis en un buen momento de la relación, y también indica que vuestra vida sexual es plenamente satisfactoria. Por otro lado, la persona que suele abrazar suele sentir la necesidad de proteger y cuidar a su pareja.
Uno invadiendo el espacio del otro
A todo el mundo le ha pasado alguna vez eso de despertarse sobresaltado porque está tan al borde de la cama que parece que se va a ir de bruces contra el suelo, ¿verdad? Mientras que esta invasión del espacio en el colchón solo ocurra de vez en cuando no hay de qué preocuparse... Son cosas que pueden pasar.
Sin embargo, si esta forma de dormir ya es una costumbre en la pareja, es muy mala señal. Según indican los expertos, que una persona ocupe siempre el espacio de la otra, dejándola al borde del colchón significa que se preocupa poco por el bienestar de su pareja. Quien invade suele tender a dominar la relación, mientras que la otra persona puede tener problemas de autoestima.
La mujer con la cabeza en el brazo o la cabeza del hombre
Junto a la cucharita, esta es una de las posiciones más utilizadas por las parejas a la hora de dormir. O al menos al principio de la noche, porque luego para algunas no resulta demasiado cómoda...
Pero el caso es que esta forma tan clásica de dormir es una buena señal. ¿El motivo? Soléis tender a protegeros el uno al otro, y tenéis muy buena sintonía. Además, cuando la mujer apoya la cabeza en el pecho de su pareja indica que se siente segura a su lado.
Cada uno en su lado, pero con algún tipo de contacto
Que cada uno duerma en su lado de la cama sin invadir el lado de la otra persona siempre se traduce en que respetáis enormemente el espacio de la otra persona. Es una relación sin apenas agobios y presiones, lo cual es bastante sano.
Puede que durmáis cada uno en vuestro lado, boca arriba y dándoos las manos; o los dos de lado, mirando a la misma dirección y que uno agarre los hombros del otro.... Está claro que vuestra relación es muy natural. Os queréis mucho, pero no os hace falta decíroslo continuamente. Eso sí, a veces pecáis de no ser demasiado detallistas con la otra persona.
Cada uno en su lado... pero con las piernas entrelazadas
Esta es una manera que también eligen muchas parejas a la hora de dormir. Por ejemplo, cuando hace mucho calor pero aun así se quiere estar cerca de la otra persona... ¡Está claro que eso es amor!
Pero si esta es la posición que más repetís, haga frío o calor, lo que indica es bien distinto. El detalle de las piernas entrelazadas refleja la pasión en vuestra relación. Probablemente tenéis una vida sexual bastante satisfactoria. Sin embargo, en otros terrenos de la relación soléis tener más problemas y tendéis a discutir con más frecuencia de la que os gustaría.
Completamente entrelazados
Si dormir abrazados o haciendo la cucharita son buenas señales para la salud de vuestra relación, lo de dormir completamente entrelazados no se queda atrás. Eso sí, aquí hay que aclarar algunos matices...
Cuando tu pareja y tu dormís tan pegados que casi cuesta distinguir de quién es cada pie o cada mano, refleja que el deseo que sentís el uno hacia el otro es muy fuerte. Esta postura normalmente se da en las parejas que están empezando una relación, o que llevan muy pocos meses.
Dormir de frente pero sin tocaros
Que la postura en la que dormís habitualmente no haya contacto físico no quiere decir necesariamente que algo vaya mal entre vosotros. De hecho, si no lo hay pero si que tratáis de buscar la proximidad visual, es importante.
Quienes duermen de frente, lo primero que ven al despertar es la cara de la otra persona. Y existe tanta intimidad entre vosotros que no cambiarías esas vistas por nada del mundo.
Todo esto refleja una enorme conexión entre ambos. Y es que, aunque respetáis el espacio de la otra persona, y no necesitáis estas las 24 horas en su compañía, nunca os distanciáis más de la cuenta.
