La revista especializada “Gastroenterology” publica y hace referencia al trabajo que investigadores de la prestigiosa Clínica Mayo han realizado para identificar cinco subcategorías de la obesidad, que pueden servir para determinar, de ahora en adelante, los tratamientos personalizados más eficaces, explicó el vocero y presidente de la Fundación Torres-Picón, Pedro J. Torres, enfocada en la tarea de prevenir la obesidad infantil.
“De nada o poco sirve invertir mucho en los presupuestos mundiales para tratar enfermedades, si las causas que las generan o que contribuyen a que se propaguen no se atacan y controlan, y si no se reconocen tratamientos específicos que funcionen” añade Torres.
-Veamos, en los Estados Unidos, más de dos de cada tres personas adultas son gordas u obesas y 17 por ciento de los niños son también obesos, de acuerdo con algunas estadísticas.
Como es conocido, se trata de un problema médico costoso que aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares, la diabetes tipo 2 y el cáncer, entre otras secuelas.
Se estima que, la prevalencia de la obesidad continúa aumentando, a pesar de la educación difundida, los esfuerzos en pro de una alimentación saludable y del ejercicio frecuente, además de las terapias farmacológicas y quirúrgicas. Nuevos cálculos y cifras de los organismos regionales y mundiales de salud, adelantan –incluso– una crisis europea al respecto.
Recientemente, un grupo de científicos decidió estudiar la relación y efectos del sistema gastrointestinal sobre la obesidad.
Descubrieron que para sentirse satisfechas, las personas obesas ingieren alrededor de 150 calorías más que quienes tienen peso normal.
Además, revelaron que el estómago de los obesos no solamente se vacía más rápido, sino que es de mayor tamaño y que los niveles de la hormona que envía la señal de llenura son menores a los de las personas con peso normal.
A partir de tales hallazgos y observaciones, los investigadores identificaron las siguientes subclasificaciones o categorías para la obesidad:
1. Saciedad anómala: dificultad para sentirse lleno (20%). 2. Estómago de mayor tamaño (14%). 3. Componente conductual (13%). 4. Estómago con vaciamiento más rápido (13%). 5. Otros (26%).
Esta clasificación, o subcategorías, de la obesidad, pueden servir de importante ayuda a los médicos para recetar el tratamiento más eficaz en cada caso.
“La aplicación de este método personalizado permite encontrar el tratamiento más eficaz y evitar que el paciente invierta tiempo y dinero en tratamientos menos fructíferos”, declaró el doctor Andrés Acosta, gastroenterólogo de “Mayo Clinic”.
En este estudio, primero de su tipo, los científicos compararon la eficacia de un medicamento para la saciedad, o sea un fármaco que ayuda a los pacientes a sentirse satisfechos, frente al placebo.
Cuando se receta normalmente el medicamento para la saciedad, éste permite perder 3 libras de peso por semana. En base al método de la subclasificación, se puede también recetar el mismo medicamento para la saciedad a los pacientes que tienen dificultad para sentirse llenos, y en este estudio, esos pacientes perdieron 6 libras de peso por semana.
“Los resultados son impresionantes y pueden cambiar la forma de controlar la obesidad; por lo tanto, es necesario personalizar el tratamiento de la obesidad después de que ha quedado claro que la misma pastilla no funciona igual en todos”, apuntó Andrés Acosta.
La investigación ha sido publicada en la revista especializada “Gastroenterology”.
“Es una buena nueva tanto para los pacientes como para los profesionales de la salud. La obesidad en adultos y niños no es un asunto o tema de estilo, modas o tendencia.
Debemos insistir en su prevención.
Hay que promover hábitos de vida saludables desde la infancia, y los pacientes en control con los profesionales de la salud deben recibir consejos y el tratamiento que en verdad les corresponde”, concluyó Pedro J. Torres, presidente de la Fundación Torres-Picón, enfocada en prevenir la obesidad infantil.
