Pedro J. Torres: En obesidad es deseable e ideal la atención multidisciplinaria del paciente

“La obesidad y sus peligros golpean aquí, allá y más allá. La prevención y la educación en salud son hasta ahora los antídotos o vacunas más idóneos para combatir la epidemia desatada.

La alimentación sana y el ejercicio frecuente serían las herramientas menos costosas y más efectivas para controlar y disminuir su impacto”, comenta el presidente y vocero de la Fundación Torres-Picón, la cual se enfoca en prevención de la obesidad infantil, y agrega que “es conveniente y positivo llevar a cabo programas de prevención cardiometabólica temprana” tal como proponen algunos expertos.

Hay quienes aseguran que Venezuela, como país, estaría dentro del tope mundial con mayor obesidad. Este serio problema de salud es global, pero estaría alcanzando también niveles de epidemia entre los venezolanos, pudiéndose evitar a través de programas de prevención cardiometabólica temprana, según informaciones recientes, apunta Pedro J. Torres.

Supuestamente, la obesidad se ha incrementado a niveles de epidemia ubicándose, de acuerdo con algunos estudios, dentro del tope de los 10 países con mayor grado a nivel mundial, siendo además el país latinoamericano con mayor aumento de personas obesas de la región desde hace varias décadas, lo que se traduce en altos factores de riesgo y elevada mortalidad.

Así lo asegura el doctor Nelson Brunetti, creador del Programa Integral de Adelgazamiento Metabólico -PIAM-, especialista venezolano dedicado a combatir este flagelo.

-Manifiestos estados de ansiedad influyen en el aumento del apetito como respuesta a impulsos cerebrales no conscientes que activan los mecanismos del hambre, lo que conlleva, a su vez, al consumo de alimentos altos en calorías, pero de bajo valor nutricional.

Para Brunetti otro factor fundamental que se debe analizar es la relación directa entre pobreza, obesidad y desnutrición, en virtud de que aún cuando pudiera aumentarse el consumo de alimentos, sus niveles nutricionales se limitan a grasas y carbohidratos (por economizar o porque no se consiguen ciertos productos), en lugar de proteínas; por consiguiente se demuestra que el aumento de peso está reñido con una buena alimentación.

Por el contrario, es una condición manifiesta para la diabetes tipo 2, enfermedades coronarias, hipertensión arterial y diversos tipos de cáncer, entre otras dolencias.

La obesidad asociada directamente a otras enfermedades consideradas graves, puede controlarse con “peso saludable”; por ello la información que se ofrece a la población y el rol de los medios de comunicación son fundamentales para conservar la salud, ha explicado el doctor Brunetti.

Médicos, nutricionistas, psicólogos y fisiólogos del deporte (fitness terapéutico) participan en esta terapia adelgazante para que, de manera personalizada se pueda controlar, primero, la grasa corporal; luego la intervención metabólica, la cintura abdominal y, finalmente, el peso corporal.

-Mediante un sistema de prevención cardiometabólica temprana, los índices de siniestralidad de los seguros de salud bajarían, y en general, la salud privada optimizaría recursos, al igual que el Estado, que podría canalizar esos fondos a otras áreas médicas y necesidades sanitarias urgentes.

El presidente de la Fundación Torres-Picón estima constructivo y de ayuda el mensaje del citado médico experto. “La obesidad y sus peligros golpean aquí, allá y más allá.

La prevención y la educación en salud son hasta ahora los antídotos o vacunas más idóneos para combatir la epidemia desatada. La alimentación sana y el ejercicio frecuente serían las herramientas menos costosas y más efectivas para controlar y disminuir su impacto”, no obstante, como podemos deducir y concluir, ello va de la mano con la deseable e ideal atención que los profesionales de la salud puedan brindar a los pacientes de manera multidisciplinaria y conjunta, puntualizó Pedro J. Torres.

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