Por lo general nos gusta cuidar nuestra piel en casa y con productos que tenemos a nuestro alcance, por eso te damos algunas ideas de cómo prepararte una mascarilla facial en casa. ¡Aquí tienes cinco propuestas!
A menudo nos gustaría cuidar nuestra piel en casa con productos que tenemos a nuestro alcance, por eso te damos algunas ideas de cómo prepararte una mascarilla facial en casa. ¡Aquí tienes cinco propuestas!
La primera mascarilla es una mascarilla de miel y almendras. Se trata de una una mascarilla exfoliante que puedes preparar con una cuchara sopera de miel y dos almendras. Para hacerlo tendrás que triturar las almendras con el mortero hasta que den un polvo muy fino y después mézclalo con la miel, luego añade una cucharadita de zumo de limón.
Aplícalo suavemente en el rostro dándote masajes circulares y déjalo secar durante 15 minutos. Enjuágate con agua tibia. Te sentirás rejuvenecida.
La siguiente propuesta se trata de una mascarilla hidratante de frutas. Como debes saber, hay frutas ideales para hidratar tu piel debido a su alto contenido de agua. Puedes utilizar un plátano maduro y hacer una pasta, la cual aplicarás en sobre tu cara y el cuello suavemente. Espera 15 minutos y retira la mascarilla con agua fría para activar la circulación sanguínea.
Ya conocemos las maravillosas propiedades del pepino. Es delicioso, fresco e ideal para una dieta equilibrada, pero no te imaginas los cambios que puede lograr en tu piel, sobre todo si has tomado demasiado sol en un día de playa. Tendrás que pelar un pepino y molerlo bien fino hasta obtener una pasta-no te olvides de guardar dos ‘rodajitas’ para tus ojos- y extenderla por todo tu rostro. Descansa 15 minutos y retira con abundante agua fría. Veras tu piel fresca y humectada.
Otra mascarilla natural puede hacerse a partir de la miel y el huevo. Combina dos cucharadas de miel con una clara de huevo batida. Mezcla con una cucharada de zumo de limón y aplícatela en el rostro, masajeando suavemente. Sentirás como tu piel se estira. Déjala durante 20 minutos y límpiate el rostro con leche descremada tibia. Una delicia de tratamiento.
Pues sí, ¡era cierto lo que contaban las mujeres en la antigüedad!
Algo tan efímero como una rosa conserva el secreto de la eterna juventud. ¿Deseas probarlo?
Para hacer una buena mascarilla de rosas puedes triturar los pétalos de cinco rosas frescas hasta hacer una pasta y déjala actuar en tu rostro durante 15 minutos. Retírala con agua fría ¡Y verás qué bien te sienta en tu piel facial!
Fuente: Nosotras