Cómo eliminar naturalmente la flacidez de los brazos

Cuando se llega a cierta edad, y lo sufren con mayor frecuencia las mujeres, la piel y la musculatura de los brazos se vuelve flácida y cuelga con facilidad.

Si decidimos combatir este problema de manera natural, no solo estaremos mejorando el aspecto de nuestros brazos, sino que también ayudaremos a prevenir la flacidez en general.

Descubre en este artículo cómo lo puedes conseguir con la dieta y algunos sencillos remedios caseros.

Comer proteína

La proteína es imprescindible para la salud y, en este caso, nos ayuda a nutrir y dar firmeza a la piel y la musculatura. Si no consumimos la suficiente proteína, el músculo se transformará en grasa con mucha facilidad.

Es muy importante elegir proteína de calidad y de fácil asimilación y no excedernos en su consumo.

Una buena manera de controlarlo consiste en proponernos comer una ración de proteína en cada comida. Para ello, evitaremos la proteína menos saludable, como la carne roja, el embutido o los lácteos con alto contenido graso, y optaremos por estas alternativas:

Carne blanca: Ideal para tonificar y dar firmeza.

Pescado: El pescado azul y el pescado blanco contienen una buena cantidad de proteínas, aunque el blanco es mucho más bajo en grasa, por lo que será una buena opción para la cena.

Huevo: La parte más proteica del huevo es la clara, mientras que la yema contiene la mayor cantidad de grasa.

Leche y derivados lácteos: Los lácteos más saludables y ligeros son el queso de cabra y el requesón, y mejor todavía si proceden de leche de cabra o de oveja.

Legumbres: Las legumbres nos aportan una buena ración de proteína vegetal, económica y muy nutritiva. Las podemos cocinar con un poco de alga kombu y comino para hacerlas más digestivas y, si las vamos a comer de noche, mejor si las trituramos y las servimos como una crema.

Para que realmente nos aporten la cantidad de proteína que necesitamos, deberíamos combinarlas siempre con un poco de cereal como, por ejemplo, arroz integral, avena o quinoa.

Frutos secos: Deliciosos y saludables, la opción ideal para comer a cualquier hora del día, pero siempre sin exceder la cantidad recomendada: un puñadito, el que cabe en la palma de la mano. Evitaremos los que están fritos y salados.

Arcilla para eliminar toxinas

Cuando una parte de nuestro cuerpo acumula grasa o líquido en exceso y además se ve flácida, suele haber también un mal drenaje de las sustancias tóxicas.

Para eliminar estas toxinas de la manera más sencilla, es decir, a través de los poros de la piel, y mejorar la firmeza de la piel, recomendamos aplicarnos arcilla, al menos, una vez a la semana.

Mezclaremos la arcilla con la cantidad de agua suficiente que nos permita crear una textura untable que no gotee. La aplicaremos en la zona flácida de los brazos y la dejaremos actuar hasta que esté seca. Nos aclararemos los brazos con agua tibia, los secaremos y finalmente los hidrataremos bien.

Hidratar para dar firmeza

Este paso es fundamental para que la piel esté firme, ya que los brazos suelen ser una zona olvidada de nuestro cuerpo hasta que vemos los primeros signos de flacidez.

No es necesario usar una crema muy cara, sino que podemos usar cualquier loción hidratante natural que sea muy nutritiva y nos deje los brazos bien hidratados.

Podemos probar con aceite de almendra, de oliva o de coco.

Para que el músculo no esté flácido debemos hacerlo trabajar ya que, si no tiene una función habitual, perderá esa capacidad.

No es necesario hacer ejercicios con pesas, cuando en casa podemos usar cualquier objeto ligeramente pesado para mover los brazos en todas las direcciones.

Dedica 5 o 10 minutos al día a fortalecer los brazos y, en poco tiempo, notarás como la flacidez va desapareciendo.

Chorros de agua fría

El agua fría es un gran tonificante, ya que mejora el riego sanguíneo de manera instantánea.

Evita ducharte con agua muy caliente. Termina siempre las duchas con agua fría, insistiendo un poco más en los brazos. Realiza baños alternos de agua fría y agua caliente.

Durante el día, remójate los brazos con agua fría. Con estos sencillos pasos acelerarás el proceso de tonificación de los brazos y, además, conseguirás un efecto instantáneo de mayor firmeza

Fuente: Mejor con salud

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