El miedo, la incertidumbre y a veces el pánico al compromiso nos lleva a repetirnos a nosotros mismos una serie de frases manidas y que, queramos o no, son mentira.
Eres un mentiroso, deberías aceptarlo, y si crees que no, atento a estas perlas que todos nos hemos dicho en un momento de tensión, y que anulan nuestra posibilidad de avanzar. Es fácil, no lo digas.
"No sé qué hacer": ¿de verdad? ¿o más bien no quieres buscar una solución?. Sea como fuere, siempre hay una opción B, C y así hasta la Z.
"Estoy demasiado ocupado": todo el mundo lo está hoy en día. Vivimos en una sociedad de locos. Si realmente te interesa algo, le sacarás tiempo. Cuadrar un horario te ayudará a dejar de repetir esta mentira.
"Hice todo lo que pude": esta frase marca la diferencia. Entre tu rival laboral y tú, porque siempre hay algo más que se pueda hacer. Repito, opción B, C, D....
"Estoy demasiado cansado": seguro que no es para tanto. A no ser que seas un octogenario que pretende correr la maratón, seguro que puede sacar energía. No confundas el cansancio con la pereza.
"No puedo hacerlo solo, necesito ayuda, ¡necesito un profesor!": atrévete a pensar por ti mismo. Detrás de cada gran invento hubo una sola persona con una sola idea. Que las clases solo perfeccionen tu futuro, no lo marquen.
"No tengo dinero": es la frase que dice la persona que bebe, fuma y va de compras. Siempre lo hay. Además, siempre encontraras una versión tutorial de tu proyecto en Google
Fuente: forbes.es