Ya casi es la temporada del caqui, lo cual nos trae una maravillosa oportunidad para disfrutar de todas las características saludables de esta fruta.
El caqui contiene abundante fibra, antioxidantes y compuestos protectores.
Suministran una buena nutrición, y desde hace mucho son un fruto de alta estima por la medicina tradicional china.
A medida que nos adentramos en el otoño, ahora es un momento excelente para explorar todos los grandes beneficios de esta fruta vibrante.
La salud brilla con el soleado caqui
Nativo de Asia, los caquis también crecen de manera silvestre en todos los Estados Unidos, América del sur e Israel. Redondos y de color rojo/anaranjado, los caquis se parecen a un tomate.
Conocidos como “fruta de los dioses” por los griegos de la Grecia clásica, este fruto comestible de color brillante alivia numerosas dolencias de la salud.
La medicina tradicional china afirma que el caqui es dulce y refrigerante.
Ayuda a equilibrar los flúidos humedecedores yin del cuerpo, a la vez que regula el “chi”.
El caqui se ha usado en la medicina clásica para lubricar los pulmones, tratar la bronquitis y calmar la tos.
La fruta también alivia el estreñimiento, diarrea, disentería, hemorroides, úlceras e hipertensión.
La medicina moderna reconoce los valores terapéuticos del caqui también.
Investigaciones publicadas en “Journal of Agricultural and Food Chemistry” hallaron que el caqui es más eficaz en la cura de enfermedades del corazón que las manzanas.
Shela Gorinstein, una investigadora en la Universidad Hebrea de Jerusalén, cree que el alto nivel de fibra, fenólicos, nutrientes en trazas y minerales hacen que “el caqui es preferible en una dieta anti-arterioesclerótica” en comparación con las manzanas.
Según Gorinstein, consumir un sólo caqui de tamaño medio cada día es suficiente para frenar la enfermedad cardiovascular.
El caqui también alivia la diabetes. Un estudio en “Toyo Institute of Food Technology” de Japón descubrió que un extracto de piel de caqui de manera eficaz mejoraba la resistencia a la insulina en ratas.
Cuando la dieta de los roedores era suplementada con el extracto a lo largo de 12 semanas, la expresión de insulina se enriquecía de forma significativa, acarreando una mejoría en la sensibilidad receptora.
Rebosando con flavonoides, taninos, ácido betulínico y shibuol, el caqui es un alimento protector excepcional. La presencia de catequinas y taninos galocatequinos, ayuda a limitar los daños oxidativos y reducir la tensión arterial además de niveles de lípidos en suero.
El ácido betulínico se orienta específicamente en los tumores cancerígenos que disuelve, mientras que una cantidad abundante de flavonoides protegen frente a mutaciones del ADN.
Cuando se elige un caqui fresco, busca fruta redonda con una corona verde. Las variedades redondas tuyu son las más dulces y menos astringentes. Adicionalmente, se puede hacer un potente té antioxidante libre de cafeína con las hojas del caqui.
