Antes de quejarte en el colectivo que una persona huele mal, ahora hay que fijarse si está sonriendo.
¿Por qué? El sudor contagia el humor de quién está transpirando.
El sudor cumple funciones como como refrigerar y disminuir la temperatura del cuerpo cuando se encuentra expuesto a altas temperaturas o frente la actividad física, eliminar toxinas, impulsar funciones cardíacas, limpiar el sistema respiratorio y hasta limpiar y mejorar el aspecto del cutis.
A todo esto se le suma la de emitir hormonas que comunican y contagian el humor de quién está transpirando. Entonces, hay que pensar dos veces a la hora de alejarse de alquien que está sudando.
Según Gün Semin, uno de los científicos involucrados en la investigación que publicó la revista científica especializada en psicología, Psichological Science, "exponerse al sudor producido por una persona que se encuentra feliz induce a un ‘simulacro’ de felicidad en los receptores, e induce al contagio de este estado emocional (…)
Esto sugiere que alguien que es feliz podría infundir en las personas que se encuentran a su alrededor felicidad. En algún sentido, el sudor de alguien feliz es algo así como la sonrisa, se contagia".
Fuente: RumbosDigital
