Ir a un sicólogo no es cuestión de estatus, los problemas mentales son tan importantes de atender como un dolor de estómago o una jaqueca.
¿Alguna vez has escuchado a la gente referirse a los sicólogos como “loqueros”? Probablemente sí. Esto se debe a que está muy generalizada la idea de que estos especialistas brindan su ayuda a la gente que sufre algún tipo de demencia. Sin embargo, la realidad es muy diferente.
Los sicólogos son profesionales que se especializan en la conducta humana y en los procesos mentales y emocionales de los individuos, por lo que sus servicios suelen ser de mucha ayuda para las personas durante diferentes etapas y situaciones de su vida. Los médicos expertos de Voy al Doc nos dicen las razones de peso para consultar a uno.
Pero, ¿por qué la mayoría de la gente se rehusa a consultar y comenzar terapia con un sicólogo? Tal vez una de las razones principales es que nadie quiere que lo comparen con un enfermo mental. No queremos que nuestros familiares o amigos nos consideren locos. Pero, lo cierto es que la única locura sería no buscar ayuda profesional cuando sabemos que realmente la necesitamos.
Sicólogo y siquiatra, ¡no son lo mismo!
La siquiatría es una especialidad médica, del mismo modo que lo es la cardiología, la pediatría o la oncología.
Un siquiatra está capacitado para atender y tratar enfermedades mentales que tienen su origen en algún mal funcionamiento fisiológico y, como otros médicos, está capacitado para recetar medicamentos y realizar cirugías para alcanzar el mejoramiento de sus pacientes.
Por su parte, un sicólogo estudia una licenciatura, mediante la cual conoce el modo en que las personas se comportan y cómo reaccionan frente a su entorno, incluyendo sus emociones y su razonamiento.
De manera muy general, su labor podría ser resumida explicando que un sicólogo es aquel profesional que ayuda a las personas a enfrentar conflictos en sus vidas, brindándoles herramientas y métodos para solucionarlos o superarlos.
Como seres humanos, nuestra realidad es muy compleja y ésta se desarrolla en entornos muy diversos. Somos a la vez trabajadores de alguna organización o empresa, pareja de alguien, padres de familia, hijos, vecinos y un sinfín de roles más que desempeñamos de manera simultánea. Cada uno de estos roles puede ponernos en situaciones de angustia o de conflicto, ocasionando malestares emocionales y confusión mental, bloqueando así nuestra posibilidad de vivir plenamente.
¿Tienes problemas frecuentes con tu hijo adolescente, discusiones interminables con tu pareja, la sensación de estar atrapado en un trabajo que parece no tener ningún futuro o la incapacidad de superar un estado de tristeza por la pérdida de un ser querido? Estas son sólo algunas de las tantas circunstancias por las que acudir a un sicólogo te vendría bien.
Sabías que…
La raíz griega “psique” que comparten las palabras psicólogo (sicólogo) y psiquiatra (siquiatra) significa “alma o espíritu”. Sin embargo, cada especialidad se enfoca en padecimientos y problemas distintas.
¿Necesito ayuda sicológica? ¿Por qué yo?
Probablemente más de una vez te hayas preguntado si era adecuado o no consultar a un sicólogo. Si ya te hiciste la pregunta, entonces es muy probable que la respuesta sea afirmativa. Sin embargo, esta es una decisión que debe ser detenidamente reflexionada y que sólo tú puedes tomar.
Tal vez también te hayas preguntado por qué tú debes consultar a un sicólogo si tus amigas o hermanas, que tienen problemas similares a los tuyos, no sienten la necesidad de pedir ayuda profesional.
Recuerda que, aunque todas las personas tenemos problemas que enfrentar y superar, no todas las experiencias nos afectan por igual. Cuando detectes un problema que no termina por resolverse, cuando hay un conflicto o sentimiento que afecta tu vida en general, es momento de decirte: “Necesito ayuda sicológica”. Reflexiona sobre tu situación actual familiar, laboral, emocional y, ¡actúa! No olvides que tus emociones también pueden provocar que tu cuerpo enferme.
Paso a paso…
Admitir que te haría bien un poco de ayuda de un sicólogo y que solicitarla no es nada por lo que haya que avergonzarse es ya, un gran paso.
Descubrirás que un sicólogo, como cualquier otro especialista, es una persona capacitada para atender tu problema, ya que cuenta con los conocimientos necesarios para guiarte hacia una posible solución.
Para poder ayudarte, el sicólogo se apoya de diferentes técnicas que se basan en diversas escuelas o enfoques de la psicología. Pero, ya sea que elijas a un psicólogo conductista, un sicoanalista, uno de la escuela Gestalt o de la escuela de Logoterapia, al final descubrirás que estos enfoques sólo son diferentes caminos para llegar al mismo destino: tu bienestar emocional y mental.
Miremos desde otro ángulo
Cuando en tu casa hay un desperfecto mayor con el sistema de drenaje, probablemente piensas: “Creo que es momento de llamar al plomero”. Cuando debes presentar una declaración de impuestos, asumes: “Será mejor enviarle esto a mi contador público”. Cuando sientes molestias en una de tus piernas, enseguida decides: “Debo hacer una cita con el ortopedista”.
Pues del mismo modo, cuando alguna situación en tu vida te esté causando estrés, te haga sentir infeliz o permanentemente preocupado, entonces será momento de que admitas: Necesito ayuda sicológica.
Con la terapia que un especialista en sicología te puede brindar, en poco tiempo te sentirás mucho mejor y te darás cuenta de que tomaste la decisión correcta.