La pulpotomía es un tratamiento muy común en los niños, debido a que tiene como objetivo curar las piezas dentales temporales -los dientes de leche-, cuando la caries ha llegado a la pulpa, al centro del diente.
Mediante este proceso se limpia la caries del diente y se remueve la pulpa dañada de la corona, sellando el nervio de la raíz con un medicamento especial, para fomentar la cicatrización del diente.
Esto, a fin de preservar la vitalidad de la pieza, y evitar que la infección de la caries llegue al nervio de la raíz. Además ayuda a eliminar el dolor y prevenir futuras complicaciones odontológicas.
La doctora Susana Márquez, odontóloga de la franquicia TuOdontóloga.com, explica: “La lesión se detecta cuando existe una caries profunda o por traumatismo. En caso de que no se realice pulpotomía a tiempo y llegue a perderse el diente, -por tener una caries muy profunda que llega a la raíz y no se puede realizar ningún tratamiento-, el niño no podrá masticar bien, no podrá tener una buena comunicación verbal (en caso de dientes anteriores) y puede alterar a los dientes permanentes por una pérdida de espacio en boca”.
“Este procedimiento –continúa la Doctora Márquez- se recomienda a todo niño con caries profunda que afecte al nervio en dientes temporales. Desde que el niño comienza a erupcionar los dientes temporales, éstos pueden producir caries y llegar a este problema bucal”.
“Sin embargo, existen contraindicaciones, como en el caso de los niños que presenten dientes no restaurables, con hemarrogia extensa, o dientes de sangrado nulo o con movilidad; ante tal situaciones se realiza un tratamiento más complejo como la pulpectomía, en donde hay que eliminar la pulpa completa del diente” concluyó la doctora Susana Márquez.
La higiene bucal es fundamental. Por lo tanto, es importante que los padres inculquen desde muy temprana edad una adecuada higiene bucal a sus hijos.
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