Las mismísimas Cleopatra y Nefertiti llevaban ya las uñas pintadas sin que ello supusiera ningún riesgo para la salud. Pero es importante destacar que llevar siempre las uñas pintadas, elegir manicuras semi-permanentes o productos no adecuados puede causarnos algún problema.
No estamos acostumbradas a desplegar la etiqueta del pintauñas, primero porque ni siquiera nos planteamos que detrás de ese papelito se esconda una lista interminable de elementos que hacen posible colorear las uñas; segundo, porque a veces la letra es tan pequeña que resulta ilegible y tercero, porque además lo más probable es que no entendamos qué es cada uno de esos elementos de la lista.
Los pintauñas no son todos malos y pintarse tampoco. No hace falta explicar su historia al detalle, pero las lacas de uñas tal y como las conocemos hoy se fabricaron de la misma manera que las de la industria automovilística.
Así que las que no han evolucionado en sus formulaciones contienen el denominado trío del mal: formaldehído, ftalato de dibutilo (DBP) y tolueno. Por eso muchos esmaltes señalan su 'salubridad' con la etiqueta 3-free, y también se puede consultar páginas web como Care2, con una lista de 12 esmaltes no tóxicos. En la actualidad se está intentando que las marcas empiecen a sustituir a este "eje del mal" de tres compuestos por otros más amigables con nosotros y con el medio ambiente.
Formaldehído: en el cuerpo se producen pequeñas cantidades de formaldehído en forma natural, sin embargo se trata de un compuesto tóxico que ha demostrado propiedades cancerígenas en diversos experimentos con animales y en ciertas cantidades.
DBP (Ftalato de Dibutilo): es una toxina que se encuentra con frecuencia en los esmaltes de uñas, adhesivos, masillas, pigmentos de pintura...Se ha demostrado cancerígeno y relacionado con problemas de riñón y especialmente peligroso (potencialmente) para mujeres embarazadas.
Tolueno: afecta al sistema nervioso central y puede causar dolores de cabeza, mareos, fatiga... Los vapores de tolueno presentan un ligero efecto narcótico e irritan los ojos.
Por otro lado, también podéis cuidaros las manos en casa de forma natural, haciendo la limpieza de cutículas ablandando con un poco de vinagre de manzana o zumo de limón e hidratando con aceite de almendras dulces o aceite de coco. Bien cuidadas y en su color natural también son bonitas.
