Un biomarcador chivato para el cáncer de próstata

RunX2 puede empezar a ser un nombre muy corriente en el cáncer de próstata.

Según una investigación de la Universidad de Michigan (EE.UU.) puede ser un biomarcador clave para el diagnóstico y tratamiento del cáncer de próstata, el es el segundo cáncer más común en los varones.

Los biomarcadores son algo como las señales de aviso que algunos automóviles tienen que nos advierten de que algo va mal. En nuestro cuerpo, los biomarcadores indican si algo funciona mal o si estamos a punto de enfermar o predispuestos a ciertas enfermedades.

«(En el contexto del cáncer de próstata) hay un gran interés en la búsqueda de biomarcadores para discriminar entre enfermedad la agresiva y la que no los es», señala Renny Franceschi, autor del estudio.

Su equipo ha descubierto un biomarcador que parece discriminar entre los cánceres agresivos y los que no lo son. «Si este biomarcador nos indica el crecimiento de las células de la próstata podría proporcionar una nueva diana para el diseño de fármacos para el cáncer de próstata, pero también para discriminar entre los tumores de crecimiento rápido y lento».

El hallazgo además se ha hecho de forma casual ya que estaban trabajando en la regulación en las células óseas.

La idea, explican, es que la adición de un grupo fosfato, un proceso llamado fosforilación, a la proteína Runx2, cambia su estructura para activar genes específicos en células de cáncer de hueso y de próstata, pero con resultados muy diferentes.

Las células óseas necesitan Runx2 para producir huesos sanos; sin embargo, en las células de cáncer de próstata, Runx2 activa genes para el crecimiento tumoral y la metástasis. «Es inusual que una proteína cuya función sea producir hueso tenga esta función en el cáncer de próstata», afirma Franceschi.

Para demostrar su hallazgo investigadores inhibieron la capacidad de Runx2 de ser fosforilada en las células cancerosas y vieron que se reducía crecimiento tumoral se redujo.

Yen colaboración con un equipo de investigadores del Centro di Riferimento Oncologico Della Basilicata Rioner (Italia) analizaron muestras de tejidos de 129 pacientes con cáncer de próstata.

Así vieron poca o ninguna fosforilación de Runx2 en la próstata normal, en el cáncer benigno de próstata o prostatitis, lo que sugiere que la fosforilación Runx2 está estrechamente asociada con las formas más agresivas de cáncer de próstata.

El siguiente paso es establecer una relación real de causa-efecto entre la Runx2 fosforilación y el cáncer de próstata. El estudio se publica en «Onocogene».

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