Para saber cómo vigilar un lunar, en primer lugar debemos tener en cuenta lo signos que nos pueden dar pistas de que debemos cuidar nuestra mancha. Entre ellos está el aumento del tamaño de la mancha, principalmente si se produce de manera rápida o muy bruscamente.
También si notamos una cierta inflamación alrededor del propio lunar, en las zonas más cercanas al mismo. O también si este sufre episodios de sangrado o nos produce algún tipo de molestias como pueda ser picor.
Especial cuidado habrá que tener si el lunar cambia de color, sobre todo si este tiende a oscurecerse. Además, si las manchas se encuentran en zonas de roce o contacto con alguna superficie que pueda dañarlos.
Asimismo, si eres una persona con un tono de piel y ojos claros, propensos a quemaduras solares, o que por algún motivo tiene que pasar largos jornadas expuestos al sol, o también por circunstancias familiares y que se conozca algún antecedente de grandes lunares o cáncer de piel; debes tener especial cuidado a la hora de vigilar los lunares.
Si tu lunar reúne alguna de las circunstancias anteriores, o no necesariamente, también debemos tener un cuidado con ellos. Para ello, es muy importante evitar una prolongada exposición al sol, sobre todo en las horas de máxima intensidad (desde el mediodía hasta la media tarde), pues en esta franja horaria el nivel de los rayos solares aumenta provocando quemadura en la piel, que lógicamente, también tienen un efecto negativo sobre nuestros lunares.
En el caso de tener que pasar muchas horas al sol, por unas razones u otras, es conveniente emplear utensilios que eviten la exposición directa de los lunares al sol. Para ello, se aconseja el uso de algo que posibilite tapar el lunar, para que quede en todo momento quede protegido de las radiaciones solares.
Otro consejo, es que se debe tener especial cuidado cuando tomamos el sol por placer, pues es realmente perjudicial para los lunares si no los vigilamos. Por ello, es necesario utilizar una buena crema solar con alta protección, y aplicarla con suficiente tiempo de antelación, volviéndola a dar cuantas veces sea necesario cubriendo toda la zona donde tenemos la mancha.
Es muy importante recordar que en el caso de que notemos algo extraño, sobre todo, si es por alguna de las señales citadas al comienzo, debemos acudir al dermatólogo, que será el encargado de evaluar las circunstancias en las que se encuentra y nos dará las directrices para saber cómo vigilar el lunar.