El genetista de Harvard George Church ha logrado replicar 14 genes del animal extinto e introducirlas en el código genético de un elefante asiático
Nuevo paso en la clonación del mamut: insertan sus genes en el ADN de un elefante vivo
ARCHIVO
El ADN del mamut lanudo se ha encontrado intacto en ejemplares congelados en Siberia
El destacado genetista George Church de la Universidad de Harvard se hizo muy popular hace un par de años después de que una revista alemana anunciara que buscaba una mujer para convertirla en madre de un bebé neandertal, proyecto que el científico desmintió haber puesto en marcha, considerándolo solo una posibilidad teórica.
Polémicas al margen, el trabajo que ahora Church tiene entre sus manos sí podría conducir a una clonación, pero no a la de la otra especie humana inteligente, sino a la del mamut. El equipo de Harvard ha insertado 14 genes del animal extinguido hace miles de años en el ADN de un elefante vivo.
George Church ha explicado a The Sunday Times que su objetivo no es la clonación del mamut lanudo, sino reconstruir su genoma mediante el estudio del ADN a partir de ejemplares preservados en el Ártico, para luego replicarlo e insertar la copia en el genoma de un elefante asiático, que es el equivalente moderno más cercano. El resultado: células de elefantes vivos llevan ADN de mamut. Ningún pequeño mamut va a nacer de esta ingeniería de laboratorio, pero sí significa un paso más en ese camino.
La técnica que han empleado los investigadores se llama CRISPR y permite la reproducción de copias exactas de los genes. El anuncio es bastante preliminar, ya que la investigación todavía no ha aparecido publicada en ninguna revista científica. Church reconoce a The Sunday Times que tienen más trabajo que hacer antes de dar a conocer sus resultados en un medio revisado por pares.
Un elefante al que le gusta el frío
Traer a la vida a un mamut, o a una quimera genética lo más similar posible, es el sueño de algunos equipos de investigación, especialmente rusos y coreanos, después de conseguir extraer ADN viable del tejido de un mamut congelado en los hielos perpetuos de Siberia. La idea encontró nuevo vigor cuando sangre y tejidos musculares perfectamente bien conservados fueran hallados entre los restos de otro mamut lanudo enterrado bajo el hielo en la pequeña isla Liajovski, en la costa del noreste de Rusia.
Pero, ¿sería de verdad un mamut lo que obtendríamos de la clonación? Algunos creen que no. El propio Church lo explicaba a ABC en 2013, cuando visitaba Madrid para participar en el IV Congreso de Mentes Brillantes, organizado por El Ser Creativo.
Según contaba entonces «lo que podríamos llegar a generar es un elefante lanudo al que le gusta el frío, pero no es un mamut, sigue siendo un elefante».
En cuanto a los beneficios de «resucitar» seres extinguidos, el científico argumentaba: «No veo cuál es el beneficio social de traer a la vida un dinosaurio, pero traer a un mamut sí tiene un beneficio para el ecosistema.
La tundra tiene tiene tres veces más carbono atrapado en el hielo que todos los bosques del mundo. Llevar animales a ese área evitaría que ese dióxido fuera expulsado a la atmósfera por su acción en el ecosistema».