Ocho de cada diez mujeres de entre 45 y 62 años llegan tarde al diagnóstico de cáncer de cuello de útero, que se puede prevenir si se cumplen los controles ginecológicos de rutina, advirtió el Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires
La cartera sanitaria bonaerense realizó el seguimiento de 330 casos de cáncer cervicouterino y reveló que "con tratamiento temprano se hubiera ampliado la sobrevida" de las pacientes, mientras que entre las menores de 25 años "siete de cada diez lo detecta a tiempo".
"Observamos que a partir del desarrollo y durante toda la edad fértil la mayoría de las mujeres concurre al ginecólogo anualmente y se hace el Papanicolaou, sin embargo, cuando promedia la cuarta década muchas comienzan a reducir los controles como si se tratase de un asunto del pasado", explicó el ministro de Salud, Alejandro Collia.
El funcionario precisó que la detección tardía del segundo cáncer más frecuente entre las mujeres (detrás del de mama) "se agudiza a partir de los 55 años, cuando solo el 10 por ciento es diagnosticado a tiempo".
No obstante, la última Encuesta Nacional de Factores de Riesgo (ENFR) elaborada por el Ministerio de Salud reveló un incremento de los controles ginecológicos, ya que "mientras que en 2005 el 67,5 por ciento de las mujeres de entre 25 y 65 años se había realizado un Papanicolau en los últimos dos años, en 2013 ese porcentaje subió hasta el 71,6 por ciento".
Collia recordó que desde 2011 el Estado nacional "cubre la vacuna contra el Virus del Papiloma Humano (VPH) de manera gratuita a todas las nenas a los 11 años, ya que ese virus que se transmite por vía sexual constituye la primera causa del cáncer de cuello uterino".