Aprende a distinguir cuando tienes hambre o antojo

¿No sabes si lo que sientes es hambre o antojo? Conoce las señales que envía tu cuerpo en cada caso, huye de los antojos y evita subir de peso.

El hambre es una sensación que refleja la necesidad de nuestro cuerpo de recibir alimentos.

Desde el punto de vista biológico, el hambre es un mecanismo de defensa, pues si esta sensación no se activara, nuestra salud se afectaría drásticamente.

Pero, ¿qué es lo que sucede exactamente para que se desencadene la sensación de hambre?

Nuestro organismo gasta importantes cantidades de energía para poder realizar sus funciones vitales, por lo que después de algunas horas de actividad nuestra energía disponible disminuye.

De hecho, no sólo utilizamos energía cuando permanecemos activos, sino también algunos importantes procesos corporales como la digestión, el sueño y el crecimiento involucran un gasto energético.

Por ello, algunas veces sentimos hambre al despertar o ésta es más frecuente en niños y adolescentes.

Por otro lado, existen mecanismos complejos –independientes al gasto de energía- que también regulan la presencia del hambre. En ellos participa el cerebro, el tejido graso, el aparato digestivo, un gran número de hormonas y señales químicas corporales.

Por ejemplo, el estómago juega un papel importante dentro de estos mecanismos, ya que cuando está vacío le envía señales al cerebro y éste, en respuesta, provoca que aparezcan la sensación y los signos físicos del hambre.

Pero, si el hambre es un proceso biológico, ¿por qué muchas veces hay un desequilibrio entre la energía que necesitamos y la que ingerimos? Esto se debe a que, además del hambre, existen otros factores que determinan nuestra alimentación, como nuestras emociones, el clima, la disponibilidad y precio de los alimentos, hora del día, preferencias y gustos.

Así, cuando ingerimos más alimentos –energía- de los que necesitamos, subimos de peso y, por el contrario, cuando ingerimos menos calorías de las necesarias, logramos bajar de peso.

¿Hambre o antojo?

¿Sabías que el hambre y el apetito no son lo mismo? Mientras que el hambre es una necesidad fisiológica, el apetito –o antojo- es el deseo de comer que se desencadena a causa de una emoción o una estimulación sensorial.

Probablemente has sentido hambre o antojo más de una vez, pero ¿sabes cómo distinguir un estado del otro?

¡Aprende a reconocer si se trata de hambre o antojo y mantén el equilibrio entre lo que comes y lo que tu cuerpo realmente necesita!

- Aparece paulatinamente y su intensidad aumenta poco a poco.

- Sientes el estómago vacío y puedes escuchar los sonidos o crujidos que produce.

- Suele presentarse después de estar varias horas sin ingerir alimentos.

- Comerías prácticamente cualquier cosa para poder calmar la sensación.

Puede provocar somnolencia, malhumor y sensibilidad.

- También puede provocar dolor de cabeza, mareos o debilidad.

- Si la ignoras, disminuyen tu capacidad de concentración y rendimiento.

- En cuanto ingieres alimento, la sensación de vacío y todos los malestares desaparecen, además de sentirte satisfecho.

Intenta no permanecer mucho tiempo con hambre, pues de lo contrario terminarás ingiriendo más comida de la que tu cuerpo necesita.

Apetito o antojo

- Se presenta repentinamente, de un momento a otro.

- El deseo de comer aparece inmediatamente después de ver un determinado alimento, olerlo o imaginarlo; o al experimentar aburrimiento, tristeza, nostalgia o estrés.

- Es selectivo, es decir, sólo deseas comer cierto tipo de alimento o algún platillo determinado –como un postre-.

- Puede persistir aún cuando te sientes físicamente satisfecho o aparecer poco tiempo después de haber comido.

- Tiene un pico máximo de intensidad, el cual disminuye si lo dejas pasar.

Te podría interesar

Deja tu comentario