Errores cuando haces flexiones

¡Arriba y abajo! Las flexiones parecen sencillas, ¿verdad?

Sin embargo, después de tanto tiempo puede que estés cometiendo errores sin que te des cuenta. Recuerda que una buena técnica es fundamental para alcanzar los resultados que quieres. Consigue hacer un movimiento limpio y supera tus repeticiones.

Sólo te concentras en el empujar

Los movimientos hacia arriba y hacia abajo son igual de importantes cuando haces flexiones. Concéntrate tanto en el momento de empujar el cuerpo hacia arriba como en el descenso. No dejes que la gravedad haga el trabajo por ti. Recuerda que cuando bajas también trabajas la fuerza.

El truco: Cuando realices el movimiento hacia arriba presiona con los dedos y la palma de las manos hacia el suelo. De esta forma, ejercitarás los dorsales (los músculos principales de la espalda). Notarás como te activas y te será más fácil subir y bajar cuando hagas las flexiones.

Tienes las manos demasiado separadas

Cuando dejas mucho espacio entre las manos también te esfuerzas menos en hacer el ejercicio. ¿Por qué? En realidad, recortas la distancia entre tu cuerpo y el suelo. Además, esto provoca que aumente la tensión de tus hombros y trabajes la zona del pecho.

No “destensas” lo suficiente

La tensión muscular aparece cuando se crea mucha carga en el músculo. Por un lado, puede hacerte ganar fuerza y aumentar el tamaño del músculo pero también puede provocarte agujetas y dolor si no la tensión no desaparece después de la sesión de entrenamiento.

Lo mismo ocurre con las flexiones. Pones mucha tensión en subir y bajar, y luego no estiras el pecho ni los brazos.

El truco: prueba la postura del puente con una pelota suiza entre las distintas series de flexiones. Estirarás tu pecho, tus hombros e incluso tus dorsales.

Para hacerlo pon la cabeza y la parte superior de tu espalda sobre la pelota y coloca los brazos en posición perpendicular a tu cuerpo. Deja caer tus caderas al suelo y mantén esta posición durante 10 respiraciones.

No inclines el cuello hacia adelante

Uno de los errores habituales es poner el cuello inclinado hacia el suelo cuando empezamos a notar el cansancio en los brazos y las piernas. Esto provoca que la columna vertebral no esté en la posición correcta y aumenten las posibilidades de que te lesiones.

Recuerda que para hacer bien las flexiones tienes que tocar el suelo con el pecho, no con la nariz.

El truco: tu cuerpo tiene que dibujar una línea recta entre tu cabeza y tus tobillos. Como si tuvieras un palo de escoba pegado al cuerpo que estuviera en contacto con la cabeza, la parte superior de la espalda y el trasero. Mantén tu cuerpo alineado durante todo el rato que hagas flexiones.

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