Historia de vida personas con discapacidad; conoce a Natali Vázquez Baldera

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), a nivel mundial se estima que una de cada 3,300 personas es diagnosticada con distrofia muscular, una enfermedad genética que causa debilidad y degeneración progresivas de los músculos esqueléticos usados durante el movimiento voluntario. 

Historia de una vida ejemplar, Natali Vázquez Baldera. 

A los 11 años de edad, tras presentar dificultades a la hora de caminar y subir escaleras, Natali Vázquez Baldera, oriunda de Nagua, provincia María Trinidad Sánchez, fue diagnosticada con Distrofia Muscular, condición que representó un cambio en su vida a partir de ese momento.

El diagnóstico golpeó a la familia Vásquez Baldera, quienes con la esperanza de encontrar solución a la condición de la segunda de sus tres hijos, se trasladaron a los Estados Unidos, Brasil y posteriormente al Salvador para buscar algún posible tratamiento que amainara la enfermedad, intentos que no dieron resultado. 

Pero esto no fue una limitante para que Vázquez alcanzara sus sueños y se convirtiera en un ejemplo a seguir en su comunidad. Con el apoyo permanente de su familia continuó sus estudios y en el 2011 se graduó con lauros como licenciada en Derecho Magna Cum Laude, en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD).

A sus 26 años, ya es magister en procedimiento civil, y al mismo tiempo, se destaca en el ejercicio de su profesión como abogada y preside la Fundación Nueva Vida sin Barreras,  a través de la cual, se ha convertido en promotora y defensora de los derechos de las personas con discapacidad.

Sus acciones, afable trato hacia las personas y optimismo ante la vida, la convierten en un ejemplo a seguir, inspirando a muchos con su forma de ver la vida.  En el año 2013 fue reconocida con el Premio Nacional de la Juventud, en el Renglón de Liderazgo Profesional.

Con su sonrisa característica expresa que ve la discapacidad como algo normal y manifiesta que las principales barreras están en la menta de las personas y sobretodo que no hay cosas imposibles, “una discapacidad no es una dificultad, todos tenemos el poder de hacer posible nuestros sueños”.  

Emocionada, manifiesta que su hermano Natael Vásquez, quien también vive con distrofia muscular, es el motor que la impulsa a ser mejor ser humano cada día y seguir luchando para alcanzar cada cosa que se proponga.

“Trato de mostrarle que si yo puedo, él también puede alcanzar sus anhelos”, puntualizó Natali. 

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