Las personas que dedican pocas horas al descanso tienden a ser más negativas, además de que tienen poco control sobre sus problemas
La falta de sueño tiene diversas consecuencias además del agotamiento físico y mental, entre ellas están algunas enfermedades asociadas como la obesidad, diabetes y enfermedades cardiovasculares; también se altera el aprendizaje y estado de ánimo, como en el caso de esta investigación comandada por Jacob Nota y Meredith Coles, donde se concluyó que hace que las personas se vuelvan más negativas.
Los investigadores aseguraron que las personas con problemas de sueño tienen poco control sobre sus preocupaciones, se angustian por el futuro y tienden a pensar mucho en el pasado, y esto ocasiona que tengan ideas pesimistas con regularidad.
Síntomas que se atañen también a quienes sufren ansiedad generalizada, depresión, trastorno de estrés postraumático, así como conducta obsesiva-compulsiva.
Otro dato interesante del estudio fue que la interrupción del sueño puede estar relacionada con el desarrollo del pensamiento negativo repetitivo.
Más sueño, más felicidad
Un sueño reparador ayuda a tener energía, por lo que un tener un mal descanso provoca ansias, distracciones e incluso depresiones. Por ello, la Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que lo ideal es dormir entre 7 y 8 horas diarias para no dañar la salud física, emocional y mental.
Consejos prácticos
En el libro ‘Que no te quiten el sueño’ del siquiatra Eduard Estivill, se dan algunos consejos para conciliar el sueño fácilmente.
- Intentar dormir a la misma hora todas las noches.
- Si el insomnio llega, es mejor salir de la habitación y buscar un lugar tranquilo dónde relajarse o leer un libro por unos 20 minutos o hasta que llegue sueño.
- Tomar una ducha caliente antes de ir a la cama.
- Cenar ligero, de preferencia alimentos con carbohidratos.
- No hacer ejercicio antes de ir a la cama, por que esto activa el cerebro.
- Desconectarse del trabajo y los dispositivos móviles dos horas antes para dejar la mente relajada.
