A todas las mujeres les gustaría que la menstruación desapareciera de sus vidas, lo que no saben es que con el fin del periodo existen algunos cambios físicos que no son del todo agradables
Cuando termina la tercera década de la vida de la mujer, es decir, en el último periodo de sus 30 años, los óvulos empiezan a ser menos y de menor calidad, resultado de esto es un cambio en la producción de hormonas que se revela en ciclos menstruales más cortos y síntomas pre- menstruales que tal vez jamás habías sufrido.
Entre los 40 y los 50 años los periodos menstruales empiezan a ser irregulares y continúan así por dos u ocho años (dependiendo de la mujer) hasta que la menstruación cesa por completo, es decir, cuando llega la menopausia.
El fin de la menstruación no es el único cambio físico que verás durante la menopausia, existen otros síntomas que alteran esta etapa de la vida de la mujer. Te compartimos estos cambios que tu cuerpo sufrirá durante este proceso.
Aumento de peso. Durante la menopausia una mujer puede ganar de uno a tres kilos debido a la falta de estrógenos en el cuerpo. Las células de grasa en las áreas de la cadera, los muslos y las nalgas tienen receptores para estrógenos. Como los niveles de estrógeno comienzan a disminuir, el estrógeno pierde su control sobre el almacenamiento de grasa, sobretodo en la zona de la cintura. Por lo general, se extiende desde el ombligo hasta la parte superior de la línea del vello púbico.
Resequedad vaginal. La falta de estrógenos se relaciona también con la disminución del flujo sanguíneo en la región pélvica, por lo cual la humedad de la vagina es cada vez menos.
Dolor durante las relaciones sexuales. La resequedad vaginal ocasionado por la pérdida de estrógenos puede provocar dolor durante la penetración, además de que tanto el útero como el cuello uterino disminuyen de tamaño durante la menopausia.
Piel sensible. Otro factor que se relaciona con la pérdida de estrógenos es que disminuye el colágeno en los tejidos, lo que provoca que la piel se reseque, sea más sensible y se vuelva más fina y delgada.
Problemas dentales. Los niveles bajos de estrógenos afecta el tejido conectivo, lo que incrementa el riesgo de perder dientes o de desarrollar gingivitis o piorrea.
Osteoporosis. Uno de los principales problemas cuando llega la menopausia es la osteoporosis, ya que a falta de estrógenos, que son los encargados de regular el aporte de calcio a los huesos, éstos se debilitan volviéndose porosos y susceptibles a las fracturas.
