Los seres humanos no son criaturas sedentarias. Nuestros antepasados pasaban sus jornadas cazando, construyendo, cultivando, y así sucesivamente.
Pero hemos evolucionado, encontrando formas y tecnologías desarrolladas para hacer la vida diaria más fácil – algo que requiere menos esfuerzo físico.
Estamos viviendo en un mundo construido para mantenernos sentados, todo por el bien de la conveniencia, pero conoce la mala noticia, estar sentado mucho tiempo puede quitar años de tu vida.
Lo que es peor, el daño que hace a tu salud nunca se puede deshacer con ejercicio.
Este hallazgo no vino de la ciencia alternativa.
Un estudio de 2011 de la Sociedad Americana del Cáncer, que estudió los resultados de salud de más de 120.000 personas durante un período de 14 años, encontró que hombres y mujeres quienes se sentaban durante más de seis horas al día, tenían 20% y 40% respectivamente más probabilidades de morir durante el curso del estudio de los que estaban sentados menos de tres horas al día.
Esta conclusión se apoya en un nuevo estudio actualmente en ejecución en los Anales de Medicina Interna, que examinó 47 estudios que analizan la relación entre la inactividad física y la mortalidad.
Los investigadores encontraron que el sedentarismo aumenta el riesgo de personas a contraer enfermedades o condiciones de salud que pueden resultar en muerte prematura – incluso haciendo ejercicio. Se dieron cuenta de que las personas que pasan su día sentados resultaron tener un 24% el riesgo de muerte prematura (por lo general debido a la diabetes tipo 2, cáncer, enfermedades cardiovasculares y otras enfermedades relacionadas con el estilo de vida sedentario) que los que estaban sentados menos.
Ahora tú puedes preguntar, ¿qué significa exactamente que estar sentado arruina mi cuerpo?
Tan pronto como te sientas:
Tus músculos de las piernas están inactivos. Es decir, la totalidad de tu actividad eléctrica se apaga. Además, la cantidad de calorías que quemas es 1 cada minuto, y las enzimas que ayudan a tu cuerpo a descomponer la grasa disminuye significativa a una tasa del 90%.
Después de dos horas de estar sentado:
El colesterol bueno, las grasas que ayudan a eliminar el colesterol malo o lipoproteínas de baja densidad (LDL) que bloquean y causa la acumulación de placa en las arterias, bajan a 20%.
Después de 24 horas de estar sentado:
La eficacia de la insulina en la sangre cae a 24%, que te pone en alto riesgo a la diabetes.
Y la mala noticia es que ninguna cantidad de ejercicio puede contrarrestar los efectos negativos de la prolongada sesión diaria. Entonces, ¿cuál es la solución?
Los expertos en salud ofrecen una sencilla sugerencia: tomar nota de cuánto tiempo estás sentado y ponerte la meta de reducir ese número un poco más todos los días.
Si estar sentado es parte de tu trabajo, da a las piernas y las nalgas un descanso de pie o caminar durante al menos un minuto cada media hora.
