Además de hermosa, decorativa y deliciosa, la sandía o patilla tiene propiedades saludables. Por ejemplo, a la hora de hidratarte, ten en cuenta que está compuesta por 92% de agua.
Pero, ¿has pensado que sus semillas también podrían ser beneficiosas?
Con seguridad, las descartas; es lo que hace la mayoría de las personas. Sin embargo, estas serían nutritivas y podrían favorecer tu salud si las consumes secas y tostadas. Descubre más al respecto.
Proteínas
Una taza de semillas secas de sandía contiene 30,6 g (1 oz) de proteínas, según el Departamento de Agricultura de EEUU. Esto equivale al 61% del valor diario recomendado, indica el portal de la Fundación Livestrong. La arginina es un aminoácido que se encuentra en esas proteínas, y sumarlo podría ser bueno para el organismo, destaca MedlinePlus, portal de la Biblioteca Nacional de Medicina de EEUU. Entre otras virtudes, ayudaría a regular la presión sanguínea y a combatir afecciones del corazón.
Las semillas de sandía poseen varias vitaminas del complejo B y una de las más abundantes es la niacina.
Esta cumple un rol importante en el mantenimiento del sistema nervioso, del sistema digestivo y de la salud de la piel, indica Livestrong. Una taza de semillas secas contiene 3,8 mg (0,0001 oz) de niacina, que representa el 19% del valor diario recomendado, añade el portal.
El magnesio es el mineral predominante en estas semillas. Ayudaría a regular la presión sanguínea y el metabolismo de los carbohidratos, lo cual tendría un efecto beneficioso en los índices de azúcar en la sangre, recopila Livestrong.
Una taza de semillas secas tiene 556 mg (0,02 oz) de magnesio, el equivalente al 139% del valor diario recomendado. Otros minerales como el potasio, el fósforo, el hierro, el sodio, el cobre, el manganeso y el zinc también se encuentran en estas diminutas aliadas de tu alimentación, refiere el sitio mencionado.
Si decides incorporarlas en el menú, considera las calorías porque, aunque te sorprenda, 1 taza de semillas secas podría aportarte ¡600! Además de 51 g (1,8 oz) de grasas... Como para degustar ¡de a puñaditos!
Antes de implementar cualquier cambio en tu alimentación, recuerda consultar a un médico o nutricionista.
