La depresión puede llegar a consumir más años de vida saludable que el alcohol, se estima que 23 años de una vida en bienestar son los que se pierden al consumir alcohol en exceso, mientras que la depresión puede hacernos perder hasta 65 años.
¿Cuántas veces no te has sentido desanimado, solo, incomprendido y sin ganas de hacer nada? Todos alguna vez hemos pasado por esos momentos de tristeza en la que pensamos que el mundo no nos quiere en él. Pero hay quienes se sienten así la mayor parte de su vida.
La depresión es una “enfermedad que apaga la vida”, dice el psiquiatra Joaquín Gutiérrez Soriano del Departamento de Psiquiatría de la Facultad de Medicina de la UNAM; lentamente va terminando con el interés en la realización de actividades. “Te hace dejar de disfrutar por la pérdida de serotonina en el cerebro, la cual es necesaria para mantenernos felices”.
Explica el doctor Gutiérrez que este padecimiento no solo causa alteraciones psicológicas, sino también a nivel neurológico. Lo grave es que genera cambios en la producción de sustancias químicas del cerebro, como la noradrenalina, la dopamina y la serotonina, las cuales son necesarias porque influyen en el estado de ánimo y si se dejan de producir, pueden ser causa de muerte a través del suicidio.
Una vez que se presenta la enfermedad es necesario ir con un profesional de la salud mental para que sugiera el tratamiento más adecuado, pues la depresión es un padecimiento crónico, por lo que es muy probable que pueda surgir en momentos posteriores, de ahí la importancia de ir con un especialista.
Los síntomas incluyen falta de apetito o ganas de comer de más, insomnio o muchos deseos de dormir, fatiga, dificultad para concentrarse, incapacidad para disfrutar y pensamientos recurrentes de muerte.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, la depresión puede ser leve, si los síntomas afectan poco el funcionamiento de la persona y no requieren medicamentos; moderada, cuando afecta el desempeño y se necesita de medicamentos y severa, la cual puede conducir al suicidio.
Fuente: Salud 180
