9 alimentos no puede meter en la nevera

Las Navidades son épocas de cenas y comidas copiosas… y también de sobras.

Antes de meter todo en tuppers y confinarlos en la nevera, una lista de los alimentos que jamás deberías meter en la nevera para que conserven todas sus propiedades.

Si vives en una gran ciudad, es muy probable que añores el sabor de los tomates “de verdad”. Mucha culpa de ello la tienen las cámaras frigoríficas donde esta fruta permanece durante su traslado y almacenaje para que dure más. Las bajas temperaturas detienen su maduración natural, pero también tienen un impacto devastador sobre su textura y sabor porque rompen las membranas internas y las convierten en una especie de harina pastosa. Lo mejor que puedes hacer es mantenerlos en un recipiente de vidrio o en una cesta.

2.- Los plátanos

Esta fruta crece en climas cálidos, por lo que no le sientan bien las bajas temperaturas. El frío inhibe las enzimas de la maduración, y son otras moléculas las que empiezan a trabajar más duro: la piel se ennegrece, se vuelven duros y pierden su sabor original.

La clave es conservarla fresca pero no demasiado fría, y en la proporción adecuada de humedad. Es decir, lejos del frigorífico. Ahí dentro, la albahaca absorberá los aromas de los alimentos cercanos ysus hojas pueden volverse negras.

No las metas en la nevera si no quieres que se oscurezcan y desarrollen un sabor desagradablemente dulce. Las bajas temperaturas hacen que el almidón se convierta en azúcar, lo que desvirtúa por completo su sabor original.

A no ser que contenga productos lácteos, no solo no es necesario sino que el frío altera tanto su sabor como su aspecto.

Si los has comprado ya maduros y no los vas a utilizar de inmediato, puedes guardarlos en la nevera. Si no, terminantemente prohibido refrigerarlos. Esto es importante porque el proceso de maduración de los aguacates empieza justo al cogerlos del árbol.

Guardarlo en el frigorífico es uno de los mayores errores que puedes cometer. El frío secará rápidamente el pan y lo convertirá en incomestible. Si quieres conservarlo durante largos periodos de tiempo, el congelador es una gran opción.

La humedad de la nevera convierte su interior en una pasta de textura desagradable. Además, las cebollas no se extraen de la tierra con esa piel protectora de color marrón. Para desarrollar y mantener esa capa protectora, necesitan un periodo de curación en un ambiente seco, con circulación de aire y oscuro (la luz provoca que las cebollas se vuelvan amargas). Una cosa más: deben guardarse separadas de las patatas para evitar que la humedad que estas desprenden de manera natural acabe estropeando las cebollas.

Después de unos días en el frío, se vuelve gomoso y es probable que el ajo empiece a brotar tras volver a la temperatura ambiente. Su sabor se resiente a bajas temperaturas, por lo que lo ideal es conservarlo en un lugar fresco y seco.

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