Saber perdonar y olvidar es bueno para la salud

Desarrollar la habilidad de perdonar es vital para nuestra salud emocional. De todas formas, perdonar no quiere decir borrar de un plumazo lo sucedido. Es, por el contrario, “cambiar la memoria de nuestro pasado por una esperanza para nuestro futuro”

No es nada fácil perdonar una afrenta importante, pero ¿cuán simple será olvidarla? De acuerdo a los expertos, una cosa no quita a la otra. Saber perdonar y no olvidar es lo que podría permitirnos crecer y vivir en paz. Sigue leyendo y entérate más.

Desarrollar la habilidad de perdonar es vital para nuestra salud emocional, como explica el counselor Kurt Smith, en el sitio Psych Central: “Rehusarnos a perdonar a alguien es aferrarse al enfado y a la amargura que han creado sus acciones” y añade que “eso podría volvernos impacientes, distraídos y hasta podría enfermarnos”.

Aprender la lección

De todas formas, perdonar no quiere decir borrar de un plumazo lo sucedido. Es, por el contrario, “cambiar la memoria de nuestro pasado por una esperanza para nuestro futuro”, según cuenta el investigador Frederic Luskin en la revista Psychoterapy Networker.

Recordar aquello por lo que pasamos puede enseñarnos aspectos de nuestra propia personalidad: lo que nos molesta y cómo reaccionamos ante ello, y puede ayudarnos a aprender de la experiencia, pero no se trata de obsesionarse con el recuerdo de lo que pasó, indica Kurt Smith. Entonces, ¿para qué sirve este aprendizaje? Para preparar un mejor escenario en el futuro y saber qué hacer si circunstancias similares se presentan, agrega Smith.

Perdonar no es reconciliarse

Perdonar tampoco significa retomar la relación con la persona que nos lastimó. Es algo que hacemos por nosotros y no por aquellos que nos hirieron, como explica el psicólogo clínico Ryan Howes en la revista Psychology Today.

Tipos de disculpas

Una cosa es perdonar a quien se disculpa y otra muy diferente es perdonar sin que nos hayan pedido perdón. De acuerdo a Luskin, si la persona en falta toma la responsabilidad de lo ocurrido, sin poner excusas para justificar su proceder, entonces perdonar nos sería más fácil. En cambio, cuando alguien dice “lamento que te sientas herido”, las cosas cambian. Este tipo de disculpas es ofensivo, y puede hacer sentir a la víctima como victimario, agrega.

Para reconocer una disculpa verdadera, habría dos pasos, según Luskin:

1. “Hice algo mal, y eso que hice te lastimó.” 2. "Como es mi responsabilidad, ¿qué puedo hacer para remediarlo?" Los cinco pasos de una disculpa efectiva Si eres tú quien debe disculparse, sigue estos consejos que sugiere el psicólogo Guy Winch en Psychology Today: 1. Usa palabras claras de disculpas, como “lo siento”. 2. Expresa remordimiento por lo ocurrido. 3. Reconoce que las normas sociales o lo que se esperaba de ti ha sido corrompido. 4. Da una demostración de empatía en la que se reconozca que los sentimientos ajenos fueron lastimados. 5. Pide perdón.

Una buena disculpa podría funcionar como remedio para la culpa y para enmendar relaciones que de otra forma podrían arruinarse, indica Winch.

Y tú, ¿hay algo que no perdonarías?

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